Por Pablo de Santis
Tomado de La Nación, Buenos Aires
Una de las ilustraciones del poema de Lewis Carroll La caza del Snark muestra un plano completamente en blanco. No falta el título (“Carta oceánica”) ni los puntos cardinales, pero adentro no hay nada.
El poema narra la búsqueda del Snark, criatura que nadie ha visto jamás (quienes la han visto han muerto, y por eso no sirven de testigos). Algunas estrofas del poema justifican la límpida ilustración:
Él había comprado un gran mapa que representaba el mar
sin el menor vestigio de tierra.
Y a la tripulación le gustó que por fin hubiera hallado
un mapa que todos pudieran entender.
“De qué nos sirven los polos, ecuadores, trópicos,
los meridianos y las otras zonas de Mercator”,
gritó el Hombre de la campana. Y la tripulación replicó:
“Son meros signos convencionales”.
“Otros mapas tienen siluetas, con sus islas y cabos,
pero debemos estar agradecidos
porque nuestro capitán compró el mejor:
un mapa absolutamente en blanco”. Sigue leyendo