Catalina Acelas es una de las creadoras jóvenes más talentosas de la ilustración de libros para niños de Colombia. Ella ha ilustrado, entre otros títulos, Había otra vez. Historias de siempre vueltas a contar (2013), Lalla la hermosa y otras historias (2012), El planeta de los papás-bebés (2010) y Ajedrez (2006). Desde Barcelona, España, ciudad donde reside desde el año 2003, Catalina respondió estas preguntas:
¿Cuándo comenzaste a dibujar?
Comencé desde niña. A mi papá, que es ingeniero, le gusta mucho dibujar, con lo que me quedaba hasta tarde viéndole trabajar en sus planos y bocetos. Mi mamá también es muy creativa y hace muchas manualidades; ella me enseñó a trabajar con las manos y a ser observadora.
Estudiaste diseño gráfico, ¿cuándo descubriste que lo tuyo era ilustrar libros para niños?
Tuve la fortuna de estudiar en una época de la Universidad Jorge Tadeo Lozano donde la ilustración era una materia relevante en el grupo de asignaturas. Allí coincidí con compañeros muy talentosos y con profesores que lograron inspirarme mucho.
¿Qué te impulsó a proseguir tu formación en la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona?
Me llamaba la atención el tema del audiovisual y la interactividad y aunque en Latinoamérica ya había varios programas de postgrado, no encontré ninguno tan completo como el que hice. El hecho de que fuera en Barcelona fue un regalo aparte.
¿Qué te aportó la maestría en Artes Digitales de esa universidad?
La capacidad para afrontar proyectos de diferentes formas, para ser recursiva, para tener las bases para comenzar a programar y diseñar interfaces, lo cual me ha dado trabajo estos últimos años, recursos para animar, para hacer videos, sonido, de todo… Fue una sacudida tecnológica.
¿Qué ilustradores admiras más?
A mis maestros Esperanza Vallejo y Ródez. También a Andrej Dugin y Olga Dugina, con quienes recientemente también tuve la oportunidad de tomar clases. Me enloquecen Quentin Blake y Quino. Hay tantos ilustradores impresionantes que es complicado citarlos a todos…
A tu juicio, ¿qué característica debe tener un buen ilustrador de libros infantiles?
Creo que es importante disfrutar con el trabajo, aprender cosas nuevas, observar mucho y, sobre todo, permanecer en contacto con el lenguaje y el universo de los niños en función de transmitirles mensajes de forma efectiva
De los libros que has ilustrado, ¿cuál ha sido el mayor reto y por qué?
Quizás Había otra vez. Historias de siempre vueltas a contar, de Sergio Andricaín, publicado por Alfaguara, por la cantidad de personajes y detalles.
¿Cuál es el cuento clásico infantil que siempre has soñado ilustrar?
No he soñado con ilustrar un cuento, sino La historia interminable de Michael Ende.
A la hora de trabajar, ¿cuál o cuáles son tus técnicas favoritas?
Suelo mezclar mucho, incluyendo técnicas digitales, pero mis favoritos son los acrílicos, pues me permiten incluir otros pigmentos o collage y también equivocarme. Últimamente estoy comprobando la agilidad de la acuarela y la tinta.
¿Qué opinas de los libros digitales? ¿Has hecho alguno, te gustaría hacerlo?
Opino que hay un mundo de posibilidades en ese mercado y que ofrecen opciones muy interesantes para los creadores gráficos. Actualmente me encuentro diseñando uno.
¿Qué haces en tu tiempo libre?
Nadar, ir al cine, pasear por Arenys de Mar y por Barcelona, leer cuentos y novelas, ver el fútbol, viajar si se puede…
¿Cuáles son tus aspiraciones profesionales?
Como ilustradora me gustaría escribir mis propias historias. Tengo algunas, pero aún les queda mucho trabajo. Aparte, tengo algunos proyectos que incluyen aplicaciones para tabletas, animación y documentales interactivos.
Pueden visitar el sitio web de Catalina Acelas aquí.
Esta buena entrevista me llevó a visitar la página de Catalina Acelas. ¡Que maravilla de trabajo! Bien por nuestra colombiana.
Hoy he conocido el trabajo de esta ilustradora colombiana y me parece sencillamente genial.
Me encantaron sus ilustraciones para el libro “Había otra vez” que le compré a mis hijos en la feria del libro.
Me encantó la entrevista.
Buscaré más trabajos de Catalina.