Por Arturo-Arias Polo. Foto: C.M. Guerrero. Publicado en el periódico El Nuevo Herald.
La labor de Antonio Orlando Rodríguez y Sergio Andricaín desmiente la afirmación de que Miami es la tumba de los escritores hispanohablantes.
Desde 1999, año en que estos escritores cubanos se establecieron en la ciudad, tanto uno como otro se abrieron paso en el difícil mercado literario de Estados Unidos y en varios países latinoamericanos.
En los últimos lustros su obra circula por Estados Unidos, España, México, Argentina, Chile, Uruguay, Guatemala, Brasil, Ecuador y Colombia, donde ahora la Feria Internacional del Libro de Bogotá está presentando un nuevo libro de Rodríguez, Fiesta en el zoológico (Panamericana Editorial), y dos de Andricaín, Había otra vez. Historias de siempre vueltas a contar (Alfaguara) y Cuando sea grande (Panamericana Editorial).