Por Janina Pérez de la Iglesia
Que están obligados a desaparecer es algo cierto. Pañuelos de tela, carteros, serenos y delineantes, los pastores de cabras –y las cabras puede que también–, cocheros, herreros y amoladores de tijeras. En los últimos veinte años la tecnología avanzó más que en todas las épocas anteriores. Ya no somos Homo sapiens, ahora las máquinas piensan, se comunican y resuelven las tareas por nosotros. Volamos por el mundo con un teléfono inteligente entre las manos, aunque los pulgares se nos queden de piedra.
¿Le dicen algo estas palabras: creatividad, inteligencia, lenguaje, talento, motivación?