avatar

Acerca de Fundación Cuatrogatos

Fundación Cuatrogatos es una organización sin fines de lucro, creada por los escritores Sergio Andricaín y Antonio Orlando Rodríguez en Miami, Estados Unidos, para trabajar a favor de la cultura y la educación, con énfasis en los niños y jóvenes. Fundación Cuatrogatos concibe y realiza proyectos que, a través de la literatura, el arte y las distintas formas del conocimiento, desarrollan las capacidades creativas, críticas y cívicas de la comunidad hispanohablante de Miami.

Abre la matrícula en… “La Escuela de los Ángeles”

La Escuela de los Ángeles
Antonio Orlando Rodríguez
Ilustraciones de Alexis Lago
Colección Nidos para la lectura
Bogotá: Alfaguara

Una figura entrañable ligada a la niñez es la del ángel de la guarda: esa “dulce compañía” que protege a cada niño, casi como una sombra, y que le brinda la seguridad de saber que hay “alguien” vigilando las fronteras inciertas del tiempo de crecer. Sin importar cuántos años hayan pasado, quizás seguimos evocando esa presencia que nos cuida, incluso cuando nos arriesgamos más de la cuenta o cuando hacemos alguna travesura.

Haciendo gala de una libertad imaginativa y de un humor sutil que son característicos de su estilo, Antonio Orlando Rodríguez baja a los ángeles de los altares y los matricula en una escuela situada “en la primera nube a mano derecha”, para ponerlos a jugar, como niños traviesos, en un ambiente que les será muy familiar a estos lectores que empiezan a aventurarse por el mundo de los libros, en compañía de sus maestros y de sus padres.

Yolanda Reyes
Directora de la colección Nidos para la lectura.

Eliseo Diego y el Gato con Botas

 Eliseo Diego, uno de los grandes de la poesía hispanoamericana, era un gran conocedor de los clásicos de la literatura para niños. En los años 1960 dirigió el Departamento Juvenil de la Biblioteca Nacional José Martí, en La Habana; tradujo al español selecciones de cuentos de los hermanos Grimm y de Andersen, y publicó hermosos y penetrantes ensayos sobre clásicos de la literatura infantil, como el dedicado al cuento “La Bella y la Bestia” de Madame Leprince de Beaumont.

En la obra lírica de Diego –autor de Soñar despierto (1987), delicioso poemario para los más chicos–, encontramos, aquí y allá, composiciones que evocan los universos fantásticos creados por Perrault, los hermanos Grimm, Andersen, Carroll… Un buen ejemplo es este poema incluido en El oscuro esplendor (1966), suerte de homenaje al Gato con Botas, un personaje por el que sentía una especial fascinación:

Casaca de púrpura

tan pobre herencia
Perrault

No tienes otro amigo. Tú
no tienes nada, no

tienes más, tú
no tienes otro amigo.
Solo

un gato.

Sus orejas
veloces, breves,
nocturnas.

Su casaca
de púrpura.
Magnífico.

Libros, un regalo de Reyes

librosecretoduendes

Por Sarah Moreno, tomado de El Nuevo Herald, Miami

La hierba recién cortada y los cubos de agua que se ponían a la entrada de la casa para alimentar a los camellos que transportaban a los Reyes Magos desde Oriente nunca faltaron en la infancia del escritor Sergio Andricaín (La Habana, 1956).

Todos los 6 de enero, hasta que cumplió siete años, Andricaín y su familia mantuvieron esta tradición de la cultura hispana que celebra con la entrega de regalos la visita de los sabios del Oriente, Melchor, Gaspar y Baltasar, al niño Jesús para llevarle presentes –oro, incienso y mirra– a su humilde pesebre de Belén.

“Tuve una infancia tan feliz que la considero mi patrimonio. Creo que por eso me gusta escribir para los niños”, comenta Andricaín, autor de una docena de libros para niños, que desde su apartamento de Kendall continúa aprovechando las tradiciones, el folclor y la riqueza del idioma español para recrear el mundo de la infancia. Sigue leyendo

Carmen Kurtz, un recuerdo en el centenario de su natalicio

Quizás a algunos adultos que se han interesado por la literatura para niños y jóvenes en los años más recientes el nombre de Carmen Kurtz no les diga mucho. Pero para quienes disfrutamos en la década de 1960, como lectores infantiles, de los dos libros emblemáticos de esta autora española –Oscar, cosmonauta y Oscar espía atómico, publicados respectivamente en 1962 y 1963 por la editorial Juventud– su recuerdo es imborrable.

El pasado 18 de septiembre se cumplió un siglo del nacimiento en Barcelona de Carmen Kurtz, cuyo verdadero nombre era Carmen de Rafael Marés. Carmen era descendiente de emigrantes catalanes que vivieron en Cuba, México y Estados Unidos. Aunque publicó también libros como Color de fuego (1973, ganador del premio Lazarillo), Chepita (1975), Fanfamús (1982) y Brun (1895), su mayor aporte a la literatura infantil de su país fue el intrépido personaje de Oscar, quien protagonizó, además de las novelas ya mencionadas, otras muchas, como Oscar y el Yeti (1964), Oscar y Corazón de Púrpura (1965), Oscar, espeleólogo (1965), Oscar y los hombres-rana (1967), Oscar y los Ovni (1967), Oscar, agente secreto (1968), Oscar en el Polo Sur (1969) y otras.

Sobre su personaje, escribió Kurtz: “No hace falta presentar a Oscar. Ya sabemos que es un chico cualquiera de un barrio cualquiera de una ciudad cualquiera”. Imposible no mencionar, si se evoca a Oscar, a la oca Kina, su inseparable mascota y compañera en tantas aventuras. Con esta amena serie, Kurtz introdujo escenarios y temáticas inéditas en la literatura española de su época.

Dentro de la literatura para adultos, la escritora obtuvo importantes premios con libros como Duermen bajo las aguas (1955), El desconocido (1956), En la oscuridad (1953) y Cándidas palomas (1975). Carmen Kurtz falleció en 1999.

Un recuerdo para esta autora, que también se hizo querer del otro lado del Atlántico, antes de que termine el año del centenario de su natalicio…

“Lero, lero, candelero”, un nuevo libro de Sergio Andricaín publicado por Everest

La editorial española Everest acaba de publicar Lero, lero, candelero, el más reciente libro del escritor cubano Sergio Andricaín. Se trata de una recopilación de rimas, retahílas, coplas, trabalenguas y adivinanzas de la tradición oral hispanoamericana, con ilustraciones de la artista catalana Núria Feijoó.

Lero, lero, candelero reúne rimas y versos que han acompañado los juegos de los niños de habla hispana desde hace muchos años; en verdad siglos. No fueron creados por un autor, sino por muchas personas, que han ido enriqueciéndolos, en el transcurrir del tiempo, con nuevas palabras y estrofas. Tampoco fueron escritos sobre un papel. Alguna vez alguien los inventó, y se fueron trasmitiendo de boca en boca, generación tras generación, hasta llegar a una persona que, como yo, los recogió en un libro con el deseo de evitar que se perdieran o se olvidaran, y para que tú pudieras leerlos ahora”, dice el autor en la nota introductoria.

¿En dónde está la Caperucita?, un comentario de Angélica María Salas G., desde Venezuela

Desde Mérida, en Venezuela, Angélica María Salas G. nos envió este trabajo realizado para la Maestría en Literatura Iberoamericana que cursa en la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad de Los Andes. Angélica es becaria docente de la Escuela de Letras de dicha institución, donde se desempeña como Profesora del Taller de Literatura Infantil y Juvenil, adscrito al Departamento de Literatura Hispanoamericana y Venezolana.

Cuatrogatos agradece a Angélica su colaboración e invita a aquellas personas que realizan estudios superiores a imitarla, enviándonos trabajos breves sobre literatura infantil que puedan ser difundidos a través de nuestro blog. Quienes deseen enviarle sus comentarios a la autora, pueden escribirle a angelicamsalas@gmail.com

¿En dónde está la Caperucita?

Por Angélica María Salas G.

Dentro de la constante fluidez de las palabras y las ficciones forzadas surgen por momentos preguntas –arrogantes–, una de ellas tiene que ver con la vida secreta de la Caperucita Roja, sabemos que como personaje su vida dependerá de la función cumplida dentro del relato, así en unas será actancial, fática o dramática, pero ocurre que la complicada existencia de la niña la ha llevado a realizar todas las funciones y casi todos los roles luego de concluido el contrato con los Hermanos Grimm, de allí en adelante se le ha visto en ropa ajustada, ligeros trajes, en caperuza verde –o sin nada-, de femme fatale y hasta de heroína. Sigue leyendo

Seminario de Literatura Infantil de Medellín: ¿quién dijo que 20 años es nada?


En Colombia, el Seminario de Literatura Infantil de Medellín celebró su vigésimo aniversario con la publicación de la antología Memorias Seminario de Literatura Infantil y Juvenil 1988-2011, en la que se reúnen algunas de las conferencias más significativas presentadas en sus sesiones.

En un recuento sobre la trayectoria del evento que precede a las ponencias, Luis Bernardo Yepes escribe: “Año tras año, el gran público que ha asistido al Seminario de Literatura Infantil ha demostrado la importancia y la necesidad de este espacio académico, convirtiéndolo en uno de los eventos de promoción de lectura más importantes del país y el evento con mayor trayectoria en este campo”. Actualmente el seminario, que se realiza en septiembre durante la Fiesta del Libro, forma parte de las acciones del Plan Municipal de Lectura Medellín, una ciudad para leer y escribir.

La selección fue realizada por la bibliotecóloga Gloria María Rodríguez y da cabida, entre otros, a trabajos como La otra lectura, de Fanuel Díaz (Venezuela), presentado en el seminario de 1992; Brrrr… ¡Quién dijo miedo!, de Yolanda Reyes (Colombia), presentado en 1994; La familia en la literatura infantil y juvenil contemporánea: una aproximación, de Antonio Orlando Rodríguez (Cuba), en 1995; En torno a la poesía, los niños y la escuela, de Sergio Andricaín (Cuba), en 1996; Quién es quién en la literatura infantil colombiana contemporánea, de Beatriz Helena Robledo (Colombia), en 1996; El lugar de la lectura o acerca de las ventajas de ser desobediente, de Graciela Montes (Argentina), en 1997; La lectura entre el humor y la censura, de Francisco Hinojosa (México), en 1997; Del rock a la novela de aventuras: la literatura juvenil y sus múltiples posibilidades, de María Elena Maggi (Venezuela), en 1998; Entre letras y mamarrachos: diario de trabajo, de Triunfo Arciniegas (Colombia), en 2002; Formar niños lectores, de Geneviève Patte (Francia), en 2004; Los cuentos que asustan, de Evelio José Rosero (Colombia), en 2005; Escribir para niños: un espejo interior, de Marina Colasanti (Brasil), en 2009, y La literatura infantil y juvenil en América Latina, de Manuel Peña Muñoz (Chile), en 2011.

Como señala Alonso Salazar Jaramillo, alcalde de Medellín, en la introducción de esta recopilación, el Seminario de Literatura Infantil de Medellín es “un proyecto cuyas calidades académicas y humanas ayudaron a marcar el derrotero para la construcción de una política pública de lectura y escritura, cuando otros solamente hablaban el mezquino lenguaje de las armas”.

¡Hola!, que me lleva la ola: "peninsular classics and newer American favorites"

Reseña del libro ¡Hola!, que me lleva la ola, de Sergio Andricaín, difundida por Publishers Weekly en Estados Unidos. Esta antología poética, con ilustraciones de Ana María Londoño, fue publicada por Alfaguara en Colombia, dentro de la exitosa colección Nidos para la lectura que dirige Yolanda Reyes.

Hola!, Que Me Lleva la Ola: Rimas, Juegos y Versos
Sergio Andricain / Editor
Ana Maria Londono / Illustrator
Alfaguara Infantil $14.95 (87p)
ISBN 978-958-704-527-7

Andricaín brings together peninsular classics and newer American favorites in this newly available collection of poems, riddles, and rhymes. Ratón Pérez rubs elbows (or perhaps whiskers) with García Lorca and Lope de Vega in a volume that hints at the breadth and wealth of the poetic tradition in the Spanish-speaking world. The sweet pen outline and watercolor illustrations scattered throughout serve to provide a visual focus while allowing the words to feed readers’ imaginations. The end of the book offers brief bios of the authors included. A wonderful way to bring beautiful (and playful) classic voices to the next generation of poetry lovers, and a welcomed offering to children’s Spanish language literature. Recommended for school and public libraries, as well as bookstores.

Reviewed by Anat Shenker, Univ. of California.

Acabado de "salir del horno": Las trenzas de Fiorella, de Antonio Orlando Rodríguez

 Panamericana Editorial, en Colombia, acaba de publicar dentro de su colección OA Infantil el cuento Las trenzas de Fiorella, del cubano Antonio Orlando Rodríguez, con ilustraciones de su compatriota Enrique Martínez. El escritor y el ilustrador –radicados en Estados Unidos y en México, respectivamente– habían colaborado anteriormente en los libros Los caminantes-camina-caminos (La Habana: Gente Nueva, 1992) y Cuento del sinsonte olvidadizo (México DF: Ediciones El Naranjo, 2010).

Sobre Las trenzas de Fiorella adelanta la nota de contracubierta: “Fiorella es una niña como otra cualquiera, pero un día sus trenzas les dan a todos una inesperada sorpresa. Una historia donde se unen el humor, la poesía y la imaginación”. Aquí, dos ilustraciones de la obra:

Entrevista con el escritor mexicano Francisco Hinojosa

Por Diajanida Hernández G., tomado de El Nacional, Caracas, Venezuela

Francisco Hinojosa (Ciudad de México, 1954) es cuentista, poeta, dramaturgo, ensayista y editor. Su obra ha sido traducida al inglés, al portugués y al japonés. Es autor de los libros de cuentos Informe negro (1987), Memorias segadas de un hombre en el fondo bueno y otros cuentos (1995), Cuentos héticos (1996); de las crónicas de viaje Un taxi en L.A. (1995) y Mexican Chicago (1999); y de Tres poemas (1998). Además ha publicado alrededor de veinte libros infantiles.

Hinojosa tiene una trayectoria de más de treinta años como autor de obras dirigidas al público infantil y juvenil. Es el escritor infantil más leído de México; su libro La peor señora del mundo (1992) es un clásico de la literatura para niños y por muchos años ha sido uno de los títulos consentidos del Fondo de Cultura Económica. Las historias de Hinojosa son un juego de humor, fantasía, diversión y risa que han calado en varias generaciones de lectores.

Trabajas con unos lectores particulares: los niños y los jóvenes, ¿podrías describir cómo son esos lectores?

Yo los dividiría en realidad en tres. La edad preescolar, para quien se necesita un escritor muy específico, y quizás no sea yo a pesar de que tengo un par de libros dirigidos a ese lector; después el grueso que son los niños y el joven. En el primer caso te decía que tengo un par de libros, cuando me enfrento con ellos, voy a las escuelas con mucha frecuencia, siempre me cuesta más trabajo mantener la atención, encontrar los verdaderos motivos que disfrutan con un texto; después con los niños se me han dado muy bien; y los jóvenes a quienes no había atendido hasta que finalmente me encontré con dos cuentos que había escrito para adultos que funcionan muy bien con el público juvenil, uno se llama “Los pinches chamacos” y otro se llama “Informe negro”, ese informe negro lo escribí hace treinta y tantos años y la editorial Alfaguara le vio cara de cómic, lo transformó en un cómic.

Has dicho que los niños son lectores más exigentes que los adultos, que si no los atrapa la historia, si no les interesa, la dejan porque hay cosas más importantes que hacer. Entonces, ¿cómo atrapar a ese lector?
Creo que los recursos que tiene la literatura para conquistar, digamos, a un lector niño, que está entre los 6 y los 12 años, son varios: en primer lugar creo que el humor es un punto importante; el juego es otro punto muy importante; encontrar una entrada que atrape al lector, no empezar muy tarde, los niños de hoy necesitan empezar cuanto antes, la literatura del siglo pasado siempre comenzaba con descripciones del paisaje y de pronto empezaba el cuento, y ahora no, los niños necesitan que diga: “en cuanto abrió la puerta ahí estaba el cadáver”, entrar de lleno a la historia; la exageración creo que es otro punto que es importante; el no confundir el cuento, la literatura con otras cosas con las que normalmente se le quiere confundir: la promoción de los valores, la enseñanza, eso lo huelen y saben por donde va. Creo que estos son los principales puntos.

Ahora que hablabas del lector de hoy, podríamos decir que tú has formado generaciones, ¿sientes que tu lector ha cambiado? ¿Has tenido que modificar alguna cosa?

No, fíjate que no, al contrario, gracias a que no me he modificado es que he llegado a otros lectores. Como tú lo decías, ya han pasado algunas generaciones, y me he topado con adultos que escriben o que estudian una carrera afín a las Letras porque empezaron a leer con libros que yo escribí, me lo han dicho, y que han visto que no se quedaron ahí, sino que tienen de mi parte otro tipo de literatura que pueden consumir.

¿Crees que la tecnología le ha restado espacio a la literatura infantil?

Creo que a pesar de eso se sigue leyendo y se sigue escribiendo. La tecnología ha ayudado a que se escriba mucho, ahora todo el mundo está con celulares escribiendo mensajes, correos, el Twitter, todas las redes sociales que están muy en boga, y para escribir es necesario leer, creo que también se está leyendo bastante más, están los libros electrónicos. Ahora, junto a esto ¿qué ha sucedido en la literatura infantil? El libro que más ventas ha tenido, contra todo lo que se podía esperar en el mundo editorial, ha sido Harry Potter, sin duda, durante meses se publicaba, se contaba en los primeros lugares de ventas y es un libro en el que no existe la tecnología.

Hoy en día la tecnología ya no sorprende; yo saco un artefacto, un anillo, y digo: “voy a ver un juego de fútbol, permíteme un segundo”, lo único que vas a decir es: “dónde compro ese anillo”, no te vas a sorprender, eso ya no nos sorprende, y el éxito de Harry Potter nos está mostrando que hay una especie como de nostalgia, de admiración, de lo fantástico, de la magia.

Esta última generación que ha crecido con tantas posibilidades… Y de pronto quisieran como volver a eso, volver hacia esas épocas en las que existía el asombro, una nostalgia del asombro. Y esa nostalgia del asombro está conviviendo con la tecnología.

¿Crees que el cómic hoy juegue un papel importante en la promoción de la lectura, que debe ser incluido en los programas de educación?

Sí, yo creo que sí, y se está haciendo. Acabo de terminar una serie de antologías para primaria, y lo voy hacer también para secundaria, y en todas me encargué que estuvieran historias gráficas, el cómic, las historietas, como una manera distinta de leer, no sólo vamos a leer cuentos o poemas o leyendas, no, hay muchas maneras de leer y una de ellas puede ser la historia gráfica.

La ilustración es un aspecto fundamental dentro de la literatura infantil. Una mala ilustración puede estropear, digamos, una buena historia. Has hablado de la necesidad de que la literatura infantil se nutra de las artes plásticas. Sí se une mucho, los álbumes para niños son comunes, mientras más pequeño es el lector más cantidad de ilustración requiere y entre más vaya creciendo va desapareciendo, pero creo que es un muy buen complemento y que también nos puede ayudar a tener idea más completa, hay imágenes que están para ser leídas mucho más allá de lo que estamos viendo, está contando muchas otras cosas.

Tu relación con El Fisgón ya es una llave probada, ¿qué tiene El Fisgón que se convirtió en el complemento justo para tus historias?

Fue una coincidencia, nos unieron en el primer libro que publicamos y desde entonces se han sucedido unos trece, catorce o quince libros, no recuerdo cuántos, a tal grado que no necesito ver nunca las ilustraciones antes, siempre sé que van a ser la mejor traducción de lo que escribo. Y en otro sentido tenemos también como una competencia en lo que tiene que ver con el humor, con una idea de la política -El Fisgón es un caricaturista político importante en México-, a tal grado que cuando escribo mis cuentos ya los escribo imaginando que están dibujados por El Fisgón, ya les veo la cara como si ya estuvieran dibujados por él.

En tus historias hay un propósito de convertir sentimientos llamémoslos negativos (odio, miedo, rabia) en algo más bien constructivo (humor, risa fantasía).

Sale de una manera natural, creo que es el estilo porque eso se ve no sólo en lo que escribo para niños sino en lo que escribo para adultos, en donde la violencia y la muerte son los principales temas y el arma, la defensa, el escudo que detentan son el humor y el juego, el humor negro en el caso de los adultos.

La peor señora del mundo cambió el paradigma del tema y del tratamiento del personaje en la literatura infantil, ya es un clásico. ¿Sientes que hoy hay que seguir modificando los paradigmas y los temas?

La realidad en la que vivimos pone temas sobre la mesa: violencia, diversidad sexual, la xenofobia, el divorcio, el cambio del modelo de la familia, ¿la literatura infantil debe abordar esos temas? Claro, estoy convencidísimo de que sí. Antes se pensaba que había temas prohibidos para tratar con la literatura infantil. Hoy debemos tratar la diversidad sexual, el secuestro. Por qué no decirlo, el problema no es el tema es cómo decirlo.

Fui invitado por una editorial norteamericana para escribir un cuento para niños y había treinta y cuatro temas prohibidos: la xenofobia, las guerras, las drogas, al final, eran los temas conocidos, y las casas con piscinas, no sé por qué, un absurdo, y hoy creo que eso todavía sigue existiendo, esa prohibición para ciertos sistemas educativos, especialmente, por ejemplo, el norteamericano, que no permite que haya ciertos tópicos en la literatura si quieres que entre en el sistema educativo.

¿Cómo describirías la poética de tus libros infantiles y juveniles?

Creo que lo que más los podría unir es el juego. El juego como tema, por una parte, y el juego como interacción con el lector y eso a través del humor, el absurdo y otras cuestiones.

Siempre estoy tratando de proponer un juego, un juego de palabras, un juego de temas. Eso creo que los definiría más que nada.