Traducir a Shel Silverstein. Entrevista con Georgina Lázaro

Con todo SilversteinTraducir las creaciones de un autor de un idioma a otro es siempre una labor compleja. Y con seguridad la complejidad crece cuando se trata de un escritor y dibujante tan popular como Shel Silverstein (Chicago, 1930- Key West, 1999), autor de clásicos de la literatura estadounidense como El árbol generoso, Lafcadio, el león que disparó al cazador, ¿Quién quiere un rinoceronte barato?, Cayendo hacia arriba y La parte que falta.

La reconocida escritora puertorriqueña de literatura para niños Georgina Lázaro aceptó el reto de traducir al español, para la editorial Lectorum Publications, el libro Every Thing On It, de Silverstein, publicado póstumamente en inglés en 2011. El título escogido para la edición en español, que vio la luz en junio de 2013, es Con todo.

Gracias a la autorización de los herederos de Shel Silverstein y de Lectorum Publications, pueden leer algunos poemas de esta obra en nuestro sitio web haciendo clic aquí.

Cuatrogatos entrevistó a Georgina Lázaro sobre su trabajo como traductora de Silverstein:

La traducción literaria siempre es un reto. ¿Traducir poesía es un reto mayor aún? 

Traducir poesía es un reto mayor porque además de tratar de comunicar en otro idioma lo que dijo un autor, respetando su estilo y conservando su tono e interpretando correctamente su punto de vista -que ya es bastante desafío-, hay que tomar en cuenta los sonidos del lenguaje: la musicalidad y el ritmo del texto original, acatando las reglas de la métrica y la rima, si se trata de un poema tradicional, y considerar el sentido de las imágenes poéticas que a veces no tienen traducción. Pero es un reto muchas veces entretenido y hasta divertido; una especie de juego. Siempre me trae a la mente los momentos en que, de niña, hacía con mi papá el crucigrama del periódico. Es como si necesitara para solucionarlo, por ejemplo, una palabra de cuatro sílabas (pensando en la métrica) que significa cólera, ataque, bronca, arranque de ira y termina en “eta” (para rimar con zeta). ¡Esa fue fácil: pataleta!

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