Por Sergio Andricaín y Antonio Orlando Rodríguez
Libros como El último Heliogábalo, La doncella roja, El hombre de los pies-murciélago, La tortilla de papas y Lucía, no tardes, entre otros, además de los importantes reconocimientos nacionales e internacionales que ha recibido a lo largo de su carrera, han convertido a la autora Sandra Siemens en un referente insoslayable cuando se habla de lo más significativo de la literatura para niños y jóvenes de Argentina. En esta entrevista, Sandra nos habla acerca de sus inicios como escritora y de los cómos y los porqués de algunas de sus obras.
¿Qué leías de niña y de adolescente?
Crecí en el mismo pueblo pequeño en el que vivo ahora, con mucha libertad. Tuve una infancia de mucho aire libre, mucha plaza, mucha calle, mucha bicicleta. Creo que no fui una lectora intensa como han sido otros escritores. Leía los títulos de una colección muy popular cuando era chica, la Biblioteca Billiken, con versiones acortadas y adaptadas de Robinson Crusoe, Sandokan, La isla del tesoro, Tom Sawyer, etc. También me cautivó Horacio Quiroga. La impresión que me causó “El almohadón de plumas”, me dura hasta ahora. En mi novela Querido Blog, aparece ese cuento de Quiroga. A Anita, la protagonista le ocurre algo muy parecido a lo que me ocurrió a mí. No pude apoyar la cabeza en la amohada durante meses. Después, de adolescente me atrapó el boom latinoamericano. Vargas Llosa, García Márquez, Rulfo, Cortázar. Principalmente Cortázar. Y otros escritores que no pertenecían al boom, Ciro Alegría, Borges, Onetti. Creo mi mi adolescencia fue escencialmente latinoamericana ahora que lo pienso.