Nacido en 1964 en Chilpancingo, México, Andrés Acosta es uno de los más destacados autores de la narrativa para jóvenes en su país. Su producción incluye títulos como El complejo de Faetón (SM, 2006), Olfato (SM, 2009, Premio Gran Angular) y Subterráneos (SM, 2012). Su novela Tristania, publicada en 2014 por Ediciones El Naranjo, fue una de las obras ganadoras del Premio Fundación Cuatrogatos 2015.
Para conocer más detalles sobre los orígenes de Tristania y el proceso creativo de esta novela hicimos llegar a Acosta el siguiente cuestionario:
¿Cómo y por qué surgió este libro?
Era una deuda de hace muchos años. Yo viajaba siempre de vacaciones de verano a Chilpancingo —la pequeña ciudad en la que nací, cerca de Acapulco—, y mi mejor entretenimiento era comprar un boleto de permanencia voluntaria en el cine de la esquina para ver película tras película, desde la mañana hasta la tarde o incluso la noche. A veces mi tía tenía que entrar para arrancarme de la butaca en primera fila, en la que me sentaba, para que regresara a casa de mi abuela a cenar y dormir. Vi tantas películas, de luchadores enmascarados, de zombis y vampiros, naves interplanetarias y de vaqueros —mis favoritas eran las de terror—, que me convertí en una especie de Quijote en pequeño. Constantemente me imaginaba siendo perseguido por monstruos o en situaciones apocalípticas de las que había que escapar. El mundo de mi infancia y adolescencia cobraba un sentido enigmático y emocionante si lo observaba como a través de la lente de una cámara de cine: cada detalle, por insignificante que pareciera, se volvía relevante gracias a que era parte de un filme. Tal vez de ahí provenga mi tendencia a contar historias.