Corría el año 1913… En Francia, André Hellé, un conocido ilustrador de libros y revistas infantiles, convenció a su amigo Claude Debussy para que compusiera un ballet para niños. En parte para complacer a Hellé y en parte motivado por Charlote (“Chouchou”), su hija de siete años de edad, Debussy comenzó a trabajar en La boîte à joujoux (La caja de los juguetes).
La partitura para piano de esta “pantomima para niños” estuvo lista en el mes de octubre y no tardó en ser publicada, acompañada por las ingenuas y coloridas acuarelas de Hellé, por la casa impresora Durand et Cie.Recientemente, en una visita al museo La Orangerie, de París, tuvimos la suerte de ver un ejemplar de esa primera edición de La boîte à joujoux –una auténtica joya bibliográfica– como parte de la exposición Debussy, la música y las artes. Sigue leyendo