En esta oportunidad compartimos las opiniones de los editores de cuatro de los libros incluidos entre los ganadores del Premio Fundación Cuatrogatos 2019.
Bárbara Centorbi y Guillermo Pérez, de la editorial sevillana Tres Tigres Tristes, nos cuentan qué los decidió a publicar las obras Cómo meter una ballena en una caja y Por una manzana. A continuación, Raquel Franco, del sello Pequeño Editor, de Buenos Aires, nos explica cómo surgió el deseo de editar Cuentos cansados. Por último, Laura Leibiker, editora de la filial argentina del Grupo Editorial Norma, nos habla de su “amor a primera vista” por la novela juvenil En la senda del contrario.
El origen de Cómo meter una ballena en una maleta nace de la voluntad de su autor, Guridi, por visibilizar la situación de las personas refugiadas, problemática con la que se encuentra muy volcado a nivel personal. Después de trabajar con el autor en varios proyectos, conocemos y admiramos su capacidad para encontrar metáforas visuales perfectamente comprensibles y asimilables por personas de cualquier edad. En este caso en concreto, más que una historia con estructura clásica, se buscaba transmitir una sensación, un problema con el que todos pudiéramos llegar aidentificarnos. Se trata del momento previo a una partida obligada, de un viaje sin fecha de retorno (simbolizado por algo tan mundano como una maleta) justo en el instante en el que interiorizas que tienes que dejar todo aquello que da sentido a tu vida, ya sea material o no (algo tan inabarcable como una ballena).
Tuvimos claro que el proyecto debía ser único, ya que no lo pensamos como un libro que se sumara a la moda de los “libros para niños sobre refugiados”, por ello elegimos dotarlo en primer lugar de un formato irrepetible: un acordeón o leporello dentro de… una maleta de cartón. Además, el autor decidió donar todos sus beneficios a ProActiva Open Arms, una ONG española dedicada a rescatar del mar a aquellas personas que intentan llegar a Europa huyendo de conflictos bélicos. Ese fue el colofón que acabó por cerrar el círculo de este proyecto tan especial, tan arriesgado, pero tan gratificante a la vez.
Bárbara Centorbi y Guillermo Pérez
Tres Tigres Tristes
Tras la satisfactoria experiencia al trabajar con Neus Caamaño en su primer álbum ilustrado publicado (Lo que hay detrás, escrito por Juan Frau), supimos que su excelente capacidad narrativa no se limitaba únicamente a complementar textos ajenos, así que nos interesamos por este proyecto personal fruto del trabajo en varios talleres tutelados por reconocidas figuras de la ilustración.
Nos encontramos con una historia que trataba un tema universal, el de la avaricia, desde un enfoque fresco pero nada superficial, directo pero nunca adoctrinador. La autora, en sucesivas revisiones, había estado depurando la secuenciación de la trama hasta reducir el texto prácticamente a onomatopeyas. Entonces, le propusimos ir un paso más allá: la fuerza de las imágenes era tal, que todo texto pasaba a ser superfluo, y tras comprobar que la obra funcionaba sin palabras como si fuera un mecanismo de relojería, tomamos la decisión conjunta de eliminarlas completamente. Además, animamos a la autora a redondear el final con otra vuelta de tuerca que arrancara la sonrisa del lector, a la par que le planteara nuevos interrogantes, reto que Neus supo resolver sobradamente.
Bárbara Centorbi y Guillermo Pérez
Tres Tigres Tristes
Cuando leímos, junto a Diego Bianki, estos “cuentos cansados”, ya amábamos el trabajo del escritor uruguayo Mario Levrero. Reconocimos su mirada sobre el mundo, su humor y su particular forma de burlarse de sí mismo. Pero además, nos pareció que en estos cuentos de superficie tan sencilla y fácil giro al absurdo, se colaba una escena entrañable: el momento en que los padres y las madres nos quedamos dormidos durmiendo a nuestros hijos. Ellos despiertos; nosotros dormidos. Ellos imaginando las cosas más extraordinarias; nosotros despegándonos apenas de los restos del día.
Así, nos dimos cuenta de que al reunir esos cuentos en formato de libro para niños (que no lo eran) contábamos una nueva historia, además de aquellas que los cuentos narraban. La historia de ese encuentro entre padre e hijo.
Esa escena fue entonces la clave de nuestro deseo de editar Cuentos cansados, así como muchas veces esa es tambièn la escena de fondo del trabajo del editor de libros para niños: un adulto compartiendo historias y abriendo la puerta a ese universo metafórico que es el lenguaje.
Raquel Franco
Pequeño Editor
En la senda del contrario llegó al Premio Norma e, inmediatamente, capturó mi atención. Me cautivó el tono del relato en ese tiempo fuera del tiempo tan logrado. También me interesaron el género, más cercano al fantástico que al realismo habitual de nuestras colecciones, la propuesta filosófica que subyace en toda la historia y la reflexión política que se abre a partir de la trama. Todo eso en un texto muy breve que, sin embargo, me propuso un viaje literario de enorme profundidad. Y ese final sorprendente y circular me maravilló.
Al enterarme de que el manuscrito era de Martín Blasco, me entusiasmé doblemente porque sé que Martín es un autor que busca la mirada del editor y confía en sus sugerencias. Creo que En la senda del contrario es una obra que va a trascender; me alegra muchísimo tenerla en el catálogo de Norma.
Laura Leibiker
Editorial Norma
Que interesante selección de libros, felicidades a los ganadores. Me llama la atención sobre todo el último, creo que la portada es preciosa y con el género fantástico se pueden vivir tantas cosas y amar la lectura.
Me gustaría mucho adquirir alguno de estos libros, ya que a mis alumnos les gustan las novelas y cuentos para niños, ¿en que librería los tienen disponibles?