En el año 1979, una joven estudiante de la carrera de Filología Inglesa de la Universidad de La Habana llamada Daína Chaviano ganó el Premio David de ciencia ficción con un libro de cuentos titulado Los mundos que amo. Su obra se convirtió rápidamente en un éxito y contribuyó a popularizar ese género literario en Cuba y otros países de América Latina. Los mundos que amo fue editada por Alfaguara en Colombia y ha sido incluida en los programas de estudios del idioma español de escuelas secundarias en Estados Unidos, país de adopción de la autora.

Por eso no tiene nada de raro que, cuando se cumplen cuatro décadas de la aparición de Los mundos que amo (y del inicio de la trayectoria profesional de su autora), la Fundación Cuatrogatos haya decidido nombrar Los mundos que amamos a la serie de “encuentros cercanos” que Daína Chaviano tendrá durante este año con jóvenes estudiantes de Miami.

Estas presentaciones de la popular autora de fantasía y ciencia ficción cuentan con el apoyo del Departamento de Educación Bilingüe y Lenguas Extranjeras de las Escuelas Públicas del Condado Miami-Dade y se suman a las actividades que realizamos de forma permanente para propiciar el acercamiento de los jóvenes de nuestra ciudad a la literatura y el arte en español. Los primeros encuentros se desarrollarán, durante las próximas semanas, en tres centros educativos que sobresalen por la calidad de sus programas de enseñanza del español: Westland Hialeah Senior High School, MAST Academy de Key Biscayne y Killiam Senior High School.

A propósito de este proyecto, hicimos llegar un cuestionario a la autora de El abrevadero de los dinosaurios, Fábulas de una abuela extraterrestre, País de dragones, El hombre, la hembra y el hambre, Gata encerrada, La isla de los amores infinitos, Extraños testimonios y otras muchas obras. Estas fueron las respuestas de Daína Chaviano a nuestras preguntas:

¿Qué significa para ti llegar este año a cuatro décadas como escritora profesional?

La verdad es que el tiempo ha pasado sin que me diera cuenta. Han sido cuatro décadas en que he ido de un proyecto a otro, viviendo a veces según el libro que escribo en ese momento. Muchas veces planifico mis vacaciones después de terminar uno nuevo, a manera de regalo personal. O decido no salir a cenar con amigos porque estoy en un capítulo crucial y no quiero interrumpir mi ritmo de trabajo. Mi vida personal es mi vida como escritora. Y no cambiaría eso por nada del mundo. No hay nada más emocionante que asistir a los diferentes procesos de un parto literario: desde que concibes la historia, los años que empleas para terminarla (con todos los reveses y descubrimientos que eso provoca), la trepidación que produce concluirla y enviarla a tu agencia literaria, y luego todo el proceso editorial hasta que finalmente el libro llega a tus manos… Ojalá contara con cuarenta años más de vida como escritora.

El libro con que te diste a conocer en 1979, convertido hoy en un referente de la literatura juvenil y de ciencia ficción en español, lo titulaste Los mundos que amo. ¿Qué mundos ama en el momento actual Daína Chaviano?

Sigo amando los mitos y las leyendas de los pueblos antiguos, la exploración de los misterios —ya se trate de ovnis o de la prehistoria—, los enigmas de la física cuántica, la psicología, los fenómenos paranormales… Hay tantas incógnitas a nuestro alrededor que eso que llaman realidad —y que algunos suelen circunscribir a las cosas materiales y palpables que nos rodean— se me hace muy aburrida.

¿Qué expectativas tienes con esta serie de “encuentros cercanos” que mantendrás, a lo largo del 2019, con jóvenes estudiantes de Miami?

Los encuentros con lectores jóvenes son siempre una agradable sorpresa. Para empezar, suelen hacer las preguntas más inesperadas, de esas que te obligan a detenerte a pensar de nuevo sobre conceptos que ya dabas por asimilados. Los niños y los jóvenes, por su manera de ver y percibir el mundo de una manera fresca y libre de prejuicios, son soplos de inspiración para cualquier creador.

¿Qué pueden aportar los libros y la literatura a los más jóvenes?

Basándome en lo que significaron para mí durante esa etapa de mi vida, pienso que son el mejor contacto con nuestro pasado y también una ventana a lo que podríamos ser en el futuro, para bien o para mal. La literatura nos da un conocimiento que no podríamos conseguir si solo contáramos con nuestra experiencia cotidiana individual. No por gusto se dice que quien lee, vive mil vidas. Sería imposible adquirir la comprensión sobre lo que significa, por ejemplo, quedar varado en una isla solitaria o entrar en contacto con seres completamente diferentes a nosotros, si no tuviéramos acceso a libros como Robinson Crusoe o El país de las sombras largas. Contar con esos escenarios literarios sirve de base para nuestra propia supervivencia social y humana. Nos da puntos de comparación y de empatía. Nos permite ponernos en la piel del otro y comprender mejor a nuestros semejantes. Es lo que nos hace más sabios y, en definitiva, más humanos.

Más información sobre la autora en www.dainachaviano.com