Opinan los editores de los libros ganadores del Premio Fundación Cuatrogatos 2015 (tercera entrega: Alfaguara, El Naranjo, Ekaré, Anaya y Pequeño Editor)

Llegamos a la tercera y última entrega de la serie en la que editores de distintos sellos iberoamericanos nos han hablado sobre sus libros ganadores del Premio Fundación Cuatrogatos 2015. En esta oportunidad, desde Argentina, México, Chile y España ellos nos comentan qué les atrajo de estas obras, por qué las valoran y explican algunas de sus peculiaridades.

Estamos en deuda con todos los editores que respondieron a nuestra solicitud: muchas gracias por hallar tiempo, entre sus múltiples ocupaciones, para sentarse a escribir estas notas y darnos el gusto de poder difundirlas. Ojalá estos comentarios animen a muchos lectores del mundo a ir al encuentro de los 20 títulos ganadores de nuestro premio: un conjunto con una notable diversidad de temas, estilos y propósitos, pero con un importante denominador común: calidad y respeto por el lector infantil y juvenil.

RompecabezasMariaFernandaMaquieira

Rompecabezas es un libro que emociona desde el pensamiento, con inteligencia. Nos lleva de lo personal (la vida de Mora, una chica de 12 años) a lo colectivo (la escuela durante la dictadura, Argentina en guerra y hasta un breve pasaje por la música de la época). Vale aclarar que el libro fue editado en primera instancia por Violeta Noetinger, quien definió la estética y otras tantas cuestiones. La elección de la técnica de collage en el trabajo de la ilustradora Karina Maddonni lleva la propuesta a otro nivel: entre sus delicados dibujos aparecen imágenes que testimonian la época. La primera novela de María Fernanda Maquieira invita a los lectores de todas las edades a compartir un espacio de reflexión no forzada, de disfrute y de reunión.”
Lucía Aguirre
Alfaguara, Buenos Aires

Tristania

“Editar Tristania fue una apuesta por un tema muy en boga tanto en la literatura como en el cine, el de los zombis, que resulta sumamente atractivo para los jóvenes, ofreciéndoles la calidad de la pluma de Andrés Acosta. El autor hace un homenaje a los mejores creadores de este género y construye, a la vez, una trama vertiginosa y bien estructurada, que atrapa a los lectores. Esta novela es la demostración de que todos los asuntos, mientras estén bien tratados, pueden dar grandes resultados literarios.”
Ana Laura Delgado
Ediciones El Naranjo, México D.F.

Duermeninoduerme

“Siempre me ha inquietado el misterio de la noche, la oscuridad que cae poco a poco borrando horizontes. Por eso me atrajo inmediatamente el manuscrito de Laura Herrera Duerme, niño, duerme, que nos cuenta de un niño que no encuentra paz al final del día, que se resiste a dormir. El desafío fue para la ilustradora: definir el tono adecuado, los azules precisos y los paisajes del sur de Chile para ubicar allí la historia.”
Verónica Uribe
Ekaré Sur, Santiago de Chile 

Felizferoz

“Me gusta el sentido del humor de este autor, al que conocía por anteriores libros para adultos, y por su actividad en webs y redes sociales. Creo que Feliz Feroz es un libro con el que pueden divertirse tanto niños como adultos, y, por las reacciones que nos llegan de los lectores, así está siendo. El ilustrador, Alberto Vázquez, tiene unos trabajos de animación muy interesantes, y su buena conexión con el autor se nota en la concepción del libro.”
Pablo Cruz
Anaya Infantil y Juvenil, Madrid

Cocoroco

Cocorococó llegó a mis manos cerrado y perfecto. El texto de Didi Grau aúna dos elementos que gustan a los más pequeños: el encadenamiento de las retahílas y las onomatopeyas. Con un plus: condimentos sutiles de humor y rima. Ilustrado de un modo tradicional hubiera sido un libro hermoso, pero creo que lo que lo hace especial es la utilización de sellos para representar a cada uno de los protagonistas del relato. A medida que la retahíla avanza, Christian Montenegro va llenando la página hasta llegar a un final completamente abigarrado. Y en la coda, que invita a recomenzar la lectura, la página vuelve a quedar casi blanca.”
Raquel Franco
Pequeño Editor, Buenos Aires

Puedes leer la primera entrega de esta serie haciendo clic aquí y la segunda, aquí.

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