Los editores de dos libros para niños y jóvenes que resultaron ganadores del Premio Fundación Cuatrogatos 2014 responden a nuestro cuestionario. Esta tercera entrega de Conversamos con los editores reúne las respuestas que dieron a nuestro cuestionario Hinde Pomeraniec, del Grupo Editorial Norma, y Cristina Urrutia y Mónica Bergna, de Ediciones Tecolote. Esas editoriales publicaron, respectivamente, las obras Soldados en la lluvia, del autor mexicano Antonio (“Toño”) Malpica, y Yo, de la escritora e ilustradora venezolana Menena Cottin.
Hinde Pomeraniec, Grupo Editorial Norma, Buenos Aires, Argentina:
¿Qué distingue a Norma? ¿Cuál es su filosofía como editorial?
“Los que trabajamos en Norma creemos que la literatura es una herramienta fundamental para el crecimiento de nuestra región. Un niño que lee es un niño que tiene más posibilidades de ser libre en el futuro porque es el desarrollo de su imaginación y de su criterio lo que le permitirá, con el tiempo, ser un sujeto con espíritu crítico. En ese sentido, pensamos que hablar de literatura en la infancia es hablar de literatura para siempre en la vida de una persona, y por eso para nosotros la escuela es una aliada fundamental. Es por esto que, como editorial, buscamos ofrecerles a los niños y jóvenes de los países de Latinoamérica la más rica y variada literatura, en un sentido amplio. Por una parte, trabajamos para publicar muy buenas obras de autores locales, aquellas en la que los niños pueden encontrar su realidad contada desde su propio código, y, al mismo tiempo, buscamos cada vez con mayor intensidad que libros y autores locales lleguen a otros países del continente, en un intercambio fructífero de ideas, imágenes y variedad de la lengua española, mientras seguimos acercándoles, a través de traducciones, grandes ficciones de todo el mundo”.
¿Qué te hizo apostar por la publicación de Soldados en la lluvia, de Toño Malpica? ¿Qué esperas de ese libro?
“Soldados en la lluvia es un gran ejemplo de lo que comentaba recién en cuanto a cómo nos movemos entre países, ya que se trata de una edición colombiana de un libro de un gran autor mexicano. Esto confirma que la idea de enriquecer el intercambio entre nuestros editores y nuestros autores está funcionando como estrategia de enriquecimiento de catálogo. Toño Malpica le ofreció esta novela a nuestra editora de Colombia, Jael Gómez, quien luego de leerla encontró que, más allá de lo aparentemente local de la historia, había en ella un espíritu que trasciende la anécdota o el escenario de la revolución mexicana. Temas e inquietudes como la relación entre hermanos, la orfandad, los miedos, la guerra y la fantasía infantil no son patrimonio de un pueblo sino de todos los humanos”.
¿Qué es lo mejor y qué es lo peor del oficio de editor?
“Lo peor, definitivamente, es decirle que no a un autor. Nunca se termina de estar preparado para eso; siempre un autor cree que el manuscrito que acaba de entregarte es lo mejor que tiene para dar y rechazar esa ofrenda es siempre un momento áspero, duro. Los rechazos editoriales pueden marcar para siempre a un escritor si no está lo suficientemente preparado para aceptar que esto también forma parte de la industria en la que nos movemos. Lo mejor de esta tarea es poder vivir de lo que uno más quiere y valora desde siempre, que es la lectura. Ser un lector profesional puede tener momentos tediosos, pero tiene también el regalo que provoca encontrar una novela distinta, un relato conmovedor, una lengua no explorada. Y en el caso de la literatura infantil, ofrece una maravilla adicional que es la búsqueda del ilustrador adecuado para la obra. Bucear en el infinito mar de los grandes ilustradores latinoamericanos para encontrar en alguna de sus orillas ese trazo, ese estilo, ese espíritu que estamos buscando para completar nuestra obra. Es esa epifanía, sin dudas, lo mejor de nuestro oficio”.
¿Podrías adelantarnos algunos títulos que Norma esté “cocinando” para publicar en el transcurso del 2014?
“Nuestra riqueza radica en que tenemos varios catálogos locales y uno global, que es el que particularmente edito, aunque siempre todos sabemos qué estamos editando en cada país. En este caso, voy a mencionar solo tres obras del catálogo global. En unas semanas presentaremos en la feria de Bogotá (FILBO) la novela ganadora de nuestra última edición del premio Norma. Se trata de Oki, tripulante de terremotos, del autor mexicano Juan Carlos Quezadas. Es una novela para jóvenes, que cuenta la historia de Oki, un niño japonés que cree que la literatura puede cambiar nuestro destino. Obsesionado por sus miedos, Oki escribe historias en las que su madre es la protagonista. Al mismo tiempo, de la mano de una joven bibliotecaria se inicia en la fascinación por la cultura portuguesa, lo que lo conducirá, años después, hasta Lisboa, tras la pista de un libro perdido de Fernando Pessoa. Es un libro que es un homenaje a la literatura y a las vidas posibles. Otro libro importante que publicaremos en julio es el primero de la serie El joven Moriarty. Se llama El misterio del dodo, está escrito por la española Sofía Rhei y es una novela de misterio y aventuras ambientada en la era victoriana que tiene al clásico enemigo de Sherlock como protagonista, pero en su infancia, cuando aún no se ha convertido en el malvado de todos los malvados. Brillante, rencoroso, competitivo y con pocos amigos (el único es John Watson, el hijo de su jardinero), Moriarty es especialista en revelar misterios y acertijos. Se trata de una novela policial con muchísimo humor y las ilustraciones en blanco y negro son alucinantes ya que resumen el espíritu gótico y malicioso de la historia y sus protagonistas. Por último, tenemos muchas expectativas con la que será nuestra edición del Robinson Crusoe, de Daniel Defoe, para la clásica colección Cara y Cruz. Tuvimos la fortuna de poder contratar la reciente traducción de Enrique de Hériz para Edhasa, que ha sido considerada por los especialistas como la mejor y más completa traducción al español de la historia del náufrago. Y como si esto fuera poco, el ensayo que acompaña la novela llevará la firma del gran escritor e intelectual mexicano Juan Villoro, un confeso admirador histórico del Robinson. Estamos convencidos de que será una gran edición de este clásico.
Cristina Urrutia y Mónica Bergna, Ediciones Tecolote, México D.F., México:
¿Qué distingue a Tecolote? ¿Cuál es su filosofía como editorial?
“Inicialmente Ediciones Tecolote se creó con el fin de dar a conocer a un público especializado, sobre todo infantil y juvenil, el patrimonio cultural de México. Nuestra apuesta es comunicar por medio de textos e imágenes de época, para las cuales damos las ‘claves’ de lectura. Pensamos que en un mundo cada vez más globalizado es importante que las personas conozcan su cultura con el fin de adquirir los elementos para escoger de otras lo mejor, y no perderse en el intento.
En los últimos años, a los libros de historia, arte y temas culturales de nuestro país, se
fueron añadiendo otras temáticas para ampliar los horizontes de lectura de los niños y jóvenes mexicanos. Sin embargo, nuestro objetivo es y seguirá siendo ofrecer libros que respondan a las necesidades específicas de nuestro lectores, aun cuando se alejen de las temáticas comerciales. Libros con un diseño contemporáneo y una óptima calidad de factura que desarrollen la inteligencia y el sentido estético de los más jóvenes”.
¿Qué les hizo apostar por la publicación de Yo, de Menena Cottin? ¿Qué esperan de ese libro?
“Casi todos los libros de Menena están hechos para niños cuestionadores, aquellos para los que una historia debe tener múltiples interpretaciones, con finales abiertos. Además, tienen un sello de minimalismo en el diseño, que invita al lector a crear un escenario con la menor cantidad de elementos posibles. Yo es un libro que habla de la necesidad que cada niño tiene de apropiarse de su entorno, y puede ser utilizado como mediador para hablar del tema y ¡claro está! del problemón cuando llega un hermanito. Para nuestro personaje todo es suyo… y, por supuesto, este libro tenía que ser nuestro”.
¿Qué es lo mejor y qué es lo peor del oficio de editor?
“Lo mejor es ver la cara del lector… ese es el momento de la verdad. Somos como las suegras del libro: nos toca verle todos los defectos y criticar cada detalle… Lo peor a veces es lidiar con las reacciones de los autores/ilustradores: es como decirle a una madre que su bebé está precioso, ¡pero que tiene las orejas muy grandes!”
¿Podrían adelantarnos algunos títulos que Tecolote esté “cocinando” para publicar en el
transcurso del 2014?
“Siguiendo la línea trazada inicialmente por Tecolote, continuaremos la colección que trata sobre mitos que han sobrevivido desde la época prehispánica, con el título Jaguar, corazón de la montaña. Este libro sigue al de El ladrón del fuego, y ambos tienen como autor a Ana Paula Ojeda y como ilustrador a Juan Palomino, ganador del Premio Iberoamericano de Ilustración.
Asimismo, publicaremos un libro que responde a la necesidad de información sobre nutrición para los niños. Su título es ¿Cómo como? y es un ejemplo de la forma en que se puede enseñar jugando. El texto, escrito en rima por José Manuel Mateo –autor de Migrar, libro ganador del premio Nuevos Horizontes 2012 en Bolonia– propone adivinanzas que se solucionan con la ayuda de las imágenes del diseñador e ilustrador Alejandro Magallanes”.
Pueden leer las anteriores entregas de esta serie de entrevistas aquí:
Conversamos con los editores (I): A buen paso, Lóguez y Babel.
Conversamos con los editores (II): Anaya, Ekaré y El Naranjo.