Por Javier Gómez
Yo, lector, No solo un libro y Ratón de Biblioteca son tres propuestas para chicos –publicadas por las editoriales ¡Más Pimienta!, de Uruguay; Océano, de México, y Periplo, de Argentina – que se aproximan, con diferentes intenciones y de distintas maneras, a las relaciones que los seres humanos entablamos con ese maravilloso objeto que el Diccionario de la Lengua Española define, un poco caprichosamente, como “Conjunto de muchas hojas de papel u otro material semejante que, encuadernadas, forman un volumen”. (Supongo que estarán de acuerdo en que la definición bien podría prescindir del adjetivo, pues también hay libros de pocas páginas, ¿no?).
Yo, lector
Texto de Eliana Lucián Vargha
Ilustraciones de Guillermina Marino
Montevideo: ¡Más Pimienta!, 2017
¿Cómo es ese misterioso proceso mediante el cual alguien “alérgico” a los libros se convierte, de pronto, en un lector voraz? Imposible describirlo, pues en cada caso es algo personal y único. En el caso de Pedro, el protagonista de esta obra, ese punto de giro se produce, inesperadamente, cuando encuentra una historieta en un banco de una plaza y, al abrir sus páginas, conoce a un detective y descubre que quien lee puede llegar a convertirse en otro, en el personaje, y vivir con él todas sus peripecias. Una atractiva propuesta, tanto en el plano textual como en el gráfico, que convierte al lector (que antes fue “no lector”) en protagonista y que conforma un díptico con Yo, autor, obra anterior de las mismas creadoras y editorial, publicada en 2014.
No solo un libro
Texto de Jeanne Willis
Ilustraciones de Tony Ross
Traducción del inglés de Sandra Sepúlveda
Ciudad de México: Océano Travesía, 2018
¿Cuántas cosas puede ser un libro? La dupla integrada por la escritora Jeanne Willis y el ilustrador Tony Ross brinda en las páginas iniciales de este álbum varias respuestas a esa interrogante: desde un sombrero o un túnel para un tren de juguete hasta una “valla de protección” que suelen usar los tímidos para ocultar las caras. En su segmento final, la obra convida a reflexionar acerca de algunas de las muchas cosas que aportan los libros a nuestras vidas. El texto, directo y sin pretensiones literarias, en realidad es un pretexto para desplegar por las páginas los humorísticos dibujos del gran Ross y para que podamos asombrarnos y divertirnos, una vez más, con su expresividad y su desenfado.
Ratón de Biblioteca
Texto de Luciana De Luca
Ilustraciones de Cynthia Alonso
Buenos Aires: Periplo Ediciones, 2019
El sencillo y poético texto, acompañado de expresivas ilustraciones que recrean con gran efectividad espacios y movimientos, es una suerte de defensa de la diversidad de los libros (“Algunos son largos, misteriosos. Otros son livianos, veloces”), de la libertad para elegir entre ellos y del derecho a disfrutarlos en la biblioteca, en una cocina surrealista, en un patio que se convierte en una jungla de felinos o en una bañera donde podría caber, fantasía mediante, incluso Moby Dick. Hermoso homenaje al libro como compañero de viajes y como espacio de crecimiento y de búsqueda interior.
Los invito a que recomienden otras obras para niños y jóvenes (y, por qué no, también para adultos) que traten sobre libros y lectores.
También están El Libro Salvaje de Juan Villoro y La Historia Interminable de Michael Ende
Me vienen a la mente dos, “El libro salvaje” de Juan Villoro y “El lector” de Schlink. Los dos muy buenos cada uno para su público (infantil y adulto)
Matilda, de Roald Dahl.