Tres años atrás, el 8 de mayo de 2012, la literatura para niños perdió a uno de sus principales creadores contemporáneos: el estadounidense Maurice Sendak. Idolatrado, controversial y, sobre todo, dueño de un talento fuera de lo común, el autor de clásicos como Donde viven los monstruos y La cocina de noche revolucionó el mundo de los libros para la infancia con sus novedosas propuestas y su personal acercamiento artístico a esa etapa de la vida.
Para recordar al gran Sendak, hemos reunido algunas frases suyas extraídas de diferentes entrevistas:
“No se puede escribir para los niños… Ellos son demasiado complejos. A lo sumo escribimos libros que puedan llegar a interesarles.”
“Los adultos tienen una necesidad desesperada de sentirse seguros y se proyectan sobre los niños. No se dan cuenta de lo inteligentes que son los niños. A ellos no les gusta lo que escribimos para ellos, lo que planeamos para ellos, porque les parece insulso. Ellos van por las palabras duras, van por los conceptos duros, van por las cosas de las que pueden aprender algo. No cosas didácticas, sino cosas apasionadas.”
“Es a través de la fantasía que los niños logran la catarsis. Ese es el mejor medio que tienen para domar sus monstruos internos.”
“Creo que es antinatural pensar que existe algo como una infancia de cielo azul y blancas nubes felices para todos. La infancia es una etapa en que sobrevivir resulta muy, muy difícil. Porque si algo, cualquier cosa, sale mal, y generalmente sale mal, quedas comprometido como ser humano. Cargarás con eso durante gran parte de tu vida.”
“Cuando escribes otra historia dentro de la historia, esa otra es la que le cuentas a los niños.”
“Los niños viven en la fantasía y la realidad, se mueven entre ambas muy fácilmente, de un modo que nosotros los adultos ya no recordamos.”
[Los adultos] “Son personas que tienden a sentimentalizar la infancia, a ser sobreprotectores y a pensar que los libros para niños han de amoldar y conformar la mente a los modelos aceptados de comportamiento.”
“No existe una fantasía desvinculada de la realidad.”
“Mis dioses son Herman Melville, Emily Dickinson y Mozart. Creo en ellos con todo mi corazón.”
“Soy gay, y no creo que a nadie le incumba. Solo quería ser heterosexual para que mis padres fueran felices. Y ellos nunca lo supieron.”
“Conseguir la confianza de un niño es una cosa muy difícil de hacer. Están acostumbrados a no creer en los adultos, porque los adultos cuentan cuentos y mentiras todo el tiempo.”
“La infancia es un negocio difícil. Por lo general, algo va mal…”