Tomado de El Nuevo Herald.
El domingo 15 de septiembre de 2019, el público de Miami podrá escuchar y conversar con una mujer de una simpatía y una vitalidad singulares: Margarita Cano. Ese día, a las 6:00 p.m., la destacada artista plástica y promotora cultural será la protagonista de un evento organizado por la Fundación Cuatrogatos y Books & Books, con la participación de Alejandro Ríos como entrevistador.
Nacida en La Habana, en 1932, Margarita Cano se radicó en Miami con su familia en 1962. Desde entonces se convirtió en testigo y protagonista del desarrollo de la cultura y las artes en la ciudad. “En esa época, la vida cultural de Miami era bastante pobre”, rememora. “En artes plásticas, estaban el Museo de Arte Moderno de Bernard Davis, la galería Bacardí y el Museo de Arte Lowe. En ninguna parte podía verse un ballet completo. Había ópera, pero poco o nada de teatro. Existían bibliotecas públicas, pero todavía sin el gran desarrollo que alcanzarían más adelante”. El panorama actual, en su opinión, ha cambiado radicalmente: “Hay de todo y a veces encuentras cuatro o cinco actividades interesantes al mismo tiempo. Hay festivales de cine, de teatro, de música, una gran feria del libro… Y siguen surgiendo nuevas atracciones culturales, como Wynwood. El crecimiento cultural ha sido extraordinario y existe preocupación por salvar lugares de gran valor como el Coconut Grove Playhouse”.
Cano estuvo vinculada durante 29 años a las bibliotecas públicas de Miami. “Tuve una suerte fabulosa, porque llegué con mi familia el 17 de octubre de 1962 y el 3 de enero de 1963 ya estaba trabajando allí. Fui testigo de cómo este servicio empezó a crecer cuando se organizó el Sistema de Bibliotecas Públicas de Miami-Dade”. De esa etapa recuerda con especial cariño su labor para crear y desarrollar la colección permanente de arte de las bibliotecas. “Conformamos una colección de arte muy variada, que le presenta a la gente distintas tendencias y estilos que van del realismo a la abstracción”.
Durante sus años como bibliotecaria también formó parte del grupo de personas que echó a andar lo que es hoy la Feria del Libro de Miami. “Inicialmente ese evento iba a hacerse en el parque frente a la biblioteca central, en el Downtown, con Books and Books y las librerías hispanas del exilio, pero fue imposible utilizar ese espacio. Entonces fuimos a hablar con el Dr. Eduardo Padrón, presidente del Miami Dade College, quien le dio todo su apoyo a la idea. Mucha gente decía que se trataba de un proyecto destinado al fracaso, que en Miami nadie compraba libros, pero no fue así: la feria fue recibida con gran entusiasmo y ya lleva haciéndose más de 30 años. Empezó en una callecita y fue creciendo y creciendo en espacio y en actividades”.
Después de concluir en 1992 su trayectoria como bibliotecaria, Margarita se enfocó en otra de sus pasiones: la creación plástica. “En mi casa todo el mundo pintaba. Papá era arquitecto y le encantaba hacer esculturas. Así que desde chiquita yo dibujaba y jugaba con plastilina. Muchos regaños y penitencias que recibí en el colegio, porque durante las clases parecía que estaba tomando notas con el lápiz, pero cuando las maestras se acercaban, descubrían que en realidad estaba haciendo caricaturas. Pero nunca pinté en serio ni expuse, era solo un hobby, algo divertido”.
Eso cambió en 1993, cuando tuvo un grave accidente automovilístico que la obligó a permanecer semanas en un hospital. “Ahí empecé a pintar mucho, de forma más disciplinada, y desde entonces he seguido haciéndolo. En los cuadros que realice después del accidente estaban muy presentes Cuba, sus frutas, sus paisajes, los recuerdos de mi infancia. También he pintado muchas vírgenes, santos, ángeles y arcángeles, ¡a ver si una divina presencia arregla el problema de Cuba!”. Otras formas de expresión que disfruta son el arte abstracto y el collage: “Tengo una colección de ciento y pico de libros artesanales hechos por mí, es algo que me divierte y que me encanta hacer”.
Cuando se le pregunta por sus artistas plásticos preferidos, exclama: “¡Son tantos que si empiezo a decir nombres no tendría para cuándo terminar! Me encantan el arte medieval, esa época me fascina”.
El público ha podido ver exposiciones personales de esta creadora en espacios como el Miami Dade College, Books and Books y la galería Viota en San Juan, Puerto Rico. “En la biblioteca del Downtown hicieron una retrospectiva que quedó formidable, con más de un centenar de cuadros”, rememora Cano. Y acerca la presencia de lo cubano en su arte, afirma: “Cuando alguien entra a una exposición mía, enseguida se da cuenta de cuál es mi origen”.
Margarita Cano ha publicado dos libros para niños: Isabel y su cama nueva e Isabel y su gato Coco. “La lectura es muy importante para desarrollar la imaginación, al igual que la cercanía a las artes”, asegura. “En el caso de los niños, hay que propiciar que se expresen con los crayones y las pinturas, con la escritura también, estimular su creatividad”.
¿Sus planes inmediatos? “Seguir pintado y experimentando. Me encanta cambiar de una cosa para otra. Evolucionar”. Para esta artista, exploradora es la palabra que mejor la define. “Eso es para mí lo más importante: explorar siempre, jugar con las ideas, porque la vida es corta y hay mucho por descubrir y aprender”.
Encuentro con Margarita Cano, domingo 15 de septiembre, 6:00 p.m. Books & Books, 265 Aragon Ave, Coral Gables. Entrada gratuita.