En esta nueva entrega de Conversando con los editores dan respuesta a nuestras preguntas Judith Wilhelm y Walter Binder, de la editorial Calibroscopio. Este sello argentino publicó el álbum Papá y yo, a veces, de María Wernicke, uno de los títulos ganadores del Premio Fundación Cuatrogatos 2014.
¿Qué distingue a Calibroscopio? ¿Cuál es su filosofía como editorial?
Es una pregunta difícil. Porque es la pregunta que nos hacemos cada tanto nosotros mismos, cuando participamos de una feria del libro, cuando entramos a las librerías, en fin, cuando nos enfrentamos a los tantísimos libros infantiles y juveniles que se publican anualmente en Hispanoamérica y en el mundo. Por eso nos detenemos a pensar muy bien cada proyecto que encaramos. Como editores de libros ilustrados y libros álbum, y como libreros, que también somos, creemos que los libros, como objetos de arte, deben aspirar a ser vehículos de experiencias transformadoras, profundas. No en el sentido de un mensaje determinado, sino como experiencia estética, desde la pura sensibilidad. Por eso publicamos pocos libros al año, libros con los que intentamos aportar algo diferente, no repetir ni repetirnos.
¿Qué les hizo apostar por la publicación de Papá y yo, a veces, de María Wernicke? ¿Qué esperan de ese libro?
Papá y yo, a veces es el quinto libro de María Wernicke que publicamos. El tercero como autora integral. Uno y otro fue el primero, y marcó un punto de inflexión en la carrera de María como autora y en la nuestra como editores. Todos los libros de María marcan rupturas, dejan huellas, te atraviesan. No se sale de ellos igual a como se entró. Papá y yo, a veces es un libro muy sutil, un juego de voces y silencios, de presencias y ausencias, de lo dicho y no dicho, de susurros y sugerencias, tanto en el lenguaje verbal como plástico. Ambos lenguajes interactúan siempre, así como interactúan sus diferentes libros. Nosotros ya habíamos publicado Hay días, un libro que está íntimamente vinculado a Papá y yo, a veces Ahí decidimos publicarlo, en realidad en el orden inverso en que nos lo había mostrado María. Así como hay tiempos para el autor con su libro, lo mismo nos pasa a los editores. Para nosotros fue primero Hay días, un libro que evoca la presencia desde la ausencia. Y luego vino Papá y yo, a veces a dialogar con él.
Esperamos de este libro que emocione, que interrogue, que permita pensar y sentir una relación tan intensa como la de un padre y una hija como una relación compleja, llena de aristas, que no siempre es igual, sino más bien, que siempre es “a veces”.
¿Qué es lo mejor y qué es lo peor del oficio de editor?
Lo mejor, en una editorial pequeña e independiente como la nuestra, es la libertad, la posibilidad de desarrollar un proyecto del que nos enamoramos, de hacer libros que como lectores, quisiéramos leer. Y mejor aún, comprobar que esos libros enamoran a otros cuando los echamos a andar.
Lo peor… eso va cambiando… muchas veces son los impedimentos técnicos o económicos para realizar el libro que queremos. Otras, lo engorroso y antipático de la parte burocrática (contratos, cuestiones administrativas, etc), tanto para los libros como para el mantenimiento de la editorial como empresa. Cuando hay roces o desacuerdos con los autores, es, definitivamente, lo peor.
¿Podrían adelantarnos algunos títulos que Calibroscopio esté “cocinando” para publicar en el transcurso del 2014?
Estamos sacando en estos días dos libros muy especiales. Uno, de poemas de Eduardo Abel Gimenez e ilustraciones de Cecilia Afonso Estevez: Tus ojos. Nos gusta definirlo, en broma, como un bolero. Es un libro muy tierno, que utiliza de manera magistral el lenguaje de los poemas o declaraciones de amor, de los lugares comunes en forma muy lúdica. El otro, totalmente diferente, es un libro hilarante, delirante, de Istvansch, autor integral emblemático de nuestro país. Puatucha Rentes, la leyenda olvidada (una recuperación histórica de Istvansch) es el catálogo de una muestra retrospectiva de la artista “injustamente olvidada”, quien “a pesar de no haber conocido hombre, engendró una vasta familia de sobrinos”, cuyos retratos se exhiben en la muestra, que tiene la curaduría de Istvansch. Desopilante. Nos divertimos mucho haciéndolo. Además, es uno de esos libros en los que trabajamos mucho en equipo, junto al autor, la diseñadora, el autor. Y eso se nota.
Para más adelante, varios: una reedición del clásico de Gustavo Roldán (padre) ilustrado por Gustavo Roldán (hijo): La canción de las pulgas. Un libro divertido, insolente, que desafía a fuerza de humor las convenciones de la lengua y cuestiona las llamadas “malas palabras”. Otro, un libro de Germán Machado (poeta uruguayo, autor de nuestro querido Ver llover) y Norma Andreu (artista mexicana radicada en Montreal). La escuela de gatos de la señorita Cara Carmina, un libro de poemas delicioso, para los más pequeños, con los dioramas de la artista, que surgió de la interacción de los autores a través de Facebook! El ver uno el trabajo del otro los hizo encarar juntos este proyecto.
Como novedad totalmente diferente en nuestra línea, una primicia para Cuatrogatos: inauguramos nuestra serie de ensayos y reflexiones en torno a la LIJ, que contará con el aporte de CEDILIJ, una institución argentina dedicada al estudio y trabajo sobre el campo. Y para el lanzamiento elegimos rescatar un clásico: Mujercitas, ¿eran las de antes?, de Graciela Cabal. Reflexiones sobre la cuestión de género en la literatura infantil, no exentas del humor de esta inolvidable autora.
Y hay más libros, por supuesto, pero ya contamos bastante…
Conversamos con los editores (I): A buen paso, Lóguez y Babel.
Conversamos con los editores (II): Anaya, Ekaré y El Naranjo.
Conversamos con los editores (III): Norma y Tecolote.
Felicitaciones a Walter y Judith,por ese espacio maravilloso que es su libreria y por crecer con constancia y amor en la tarea de editary difundir la literatura Infantil y Juvenil
Hermoso su Stand de la Feria.
Que sigan sus exitos.!!!