Por Oswaldo Roque
Tomado de la publicación Más libros, Bogotá, Colombia
En los últimos tiempos, distintos países de Latinoamérica han empezado a conceder una especial atención a la lectura en la primera infancia. Lo cual es una magnífica noticia, pues para nadie es un secreto que los primeros años de vida son fundamentales para la formación de los lectores. Ahora bien, el reto está en que esos encuentros iniciales de los niños con la literatura se realicen a través de libros adecuados a sus intereses y experiencias, y que, además, ofrezcan en sus páginas textos e ilustraciones de gran calidad.
Alelé, alelé y Colorín, colorado, de los escritores Sergio Andricaín y Antonio Orlando Rodríguez, reúnen con creces todo lo que debe pedirse a los buenos libros para la primera infancia: lenguaje sencillo, pero elegante y con un escogido vocabulario; lirismo, fino humor y fantasía; imágenes gráficas delicadas e ingeniosas, con representaciones visuales capaces de cautivar a los niños más pequeños y con un atractivo uso del color.
Estas dos obras –dedicada a la poesía la primera y la segunda a la narrativa– conforman un precioso díptico, a cuya unidad contribuyen las ilustraciones realizadas, en ambos casos, por María Sánchez y Alexis Lago. Formas poéticas como las retahílas y las coplas, presentes en ambas propuestas, permiten familiarizar al niño con la belleza y la musicalidad de nuestro idioma, a través de divertidos y sonoros juegos con las palabras.
Alelé, alelé incluye en sus páginas una selección de poemas provenientes de la tradición oral y también de la producción de escritores de distintas épocas y latitudes, como Lope de Vega, Rafael Pombo, Juana de Ibarbourou, Gabriela Mistral y Nersys Felipe. La obra está estructurada a manera de un viaje que comienza al amanecer, cuando el bebé abre los ojos al nuevo día, y concluye en la noche, con las nanas que lo invitan a dormir. En ese recorrido, los poemas recrean el mundo que rodea al niño: el de la realidad y el de la imaginación.
En Colorín, colorado, Andricaín y Rodríguez entregan frescas versiones de antiguas historias del folclor infantil universal: desde “El gallo de boda” y “La cucarachita Martínez” hasta otras menos conocidas, como “La margarita blanca” y “La casa del mosquito”. Un acierto de esta selección de cuentos es la inserción en la trama de varios de ellos de rimas y breves canciones. Cada adulto podrá ponerles su propia melodía cuando los lea a los niños, o invitarlos a ellos a que sugieran las suyas.
Alelé, alelé y Colorín, colorado son como las dos caras de una valiosa moneda: poesía y cuento, dos “alimentos” indispensables para formar, desde la primera infancia, a los lectores autónomos del futuro. Estos libros constituyen un verdadero tesoro de literatura infantil que Panamericana Editorial propone a los padres, educadores, bibliotecarios y todos aquellos que desean contagiar a los más chicos el amor por la lectura.