Por Betty Quintero
Comienza la jornada y hoy contamos cuentos para los niños de Le Jardin Community Center.
Entre el entusiasmo y el sustico que antecede a cada encuentro, nos dirigimos al primer centro, en el que nos esperan pequeñitos de prekínder, no mayores de dos años. El personal administrativo y docente siempre nos recibe con mucha amabilidad y con la misma expectación que los niños que van a participar hoy en la actividad. Cuando son tan pequeños (algunos están aprendiendo a caminar), su ventana de atención es muy corta; así que nos centramos en historias breves y dinámicas, en rimas que ofrezcan primeras nociones del mundo y reflejen las cosas que los rodean.
Los libros siempre ejercen un poder magnético en las miradas de estos niños y permanecen atentos a nuestros movimientos y voces. No son un público fácil, pero afortunadamente casi nunca se aburren ni lloran, muy por el contrario: ríen y se asombran con las imágenes y los sonidos. En ocasiones, incluso, alguno de ellos toma la batuta e intenta suplantarnos, imitando nuestras acciones, manipulando libros con soltura y familiaridad y “leyendo” en un idioma ininteligible que me enternece muy hondo. Eso nos hace inmensamente felices.
Contentos, nos despedimos del primer centro de esta mañana y celebramos la acogida de los pequeñines y de las maestras, siempre muy agradecidas por nuestra visita.
Vamos al segundo centro, en el que tendremos niños un poco más grandes, pero no mayores de cuatro años. Allí encontramos un grupo numeroso de oyentes ansiosos por descubrir qué sorpresas les traemos. Narraciones un poco más largas y complejas, que tengan un toque de humor y de sorpresa, los incitan a participar activamente, sorprendiéndonos con los giros inesperados que inventan o los finales que improvisan para nuestro deleite. Siempre disfrutamos mucho con las ocurrencias que surgen con cada historia.
Leer cuentos para el público infantil es siempre una aventura compleja y gratificante. Para mí es un reto que asumo con mucha seriedad y respeto, con la certeza de que trabajar para los niños es una empresa delicada y de enorme significación.
Tengo la fortuna de colaborar con la Fundación Cuatrogatos en esa labor de hormiga que implica una inmersión en el mundo de la literatura para enriquecer el aprendizaje de los pequeños e inculcarles el amor por la lectura. Muchos de estos niños provienen de hogares de trabajadores agrícolas inmigrantes, en los que la lengua materna es el español, por lo que nos mueve la necesidad de ayudarles a preservar el idioma ahora que crecen en un país angloparlante. Otros, por el contrario, pertenecen a familias que hablan inglés o creole en sus casas, pero en los salones de Le Jardin muchas veces ellos se comunican con sus compañeros y maestras en idioma español. Nuestros esfuerzos resultan en una experiencia única que guardan en su memoria y que va dejando semillas que germinarán con el refuerzo que el trabajo en el aula les otorga. Los centros educativos Le Jardin comprenden la importancia de la promoción de lectura y el tremendo impacto que tiene desde temprana edad para marcar una diferencia significativa en el proceso de aprendizaje.
Al terminar la jornada, muchas veces nos entregan tarjetas gigantes con dibujos hechos por los propios niños y sus maestras agradeciendo nuestra visita. Las huellas de sus manitas y los mensajes de gratitud permanecen como prueba de que la labor es ardua, pero reconfortante. Guardo la esperanza de que estos pequeños recuerden ese libro en particular que les gustó mucho y que se convierta en un recuerdo maravilloso que termine abriendo espacio diario a la lectura.
Aunque me siento agotada, no puedo estar más agradecida por lo que los niños y las maestras me han brindado. A todos nos quedan ganas de permanecer un poco más en ese espacio mágico que compartimos cada vez que abrimos un libro ante ellos. Habrá que esperar hasta la próxima visita.
El programa de acercamiento a literatura ¿Leemos un libro? comenzó a desarrollarse en 2022, como resultado de la colaboración de la Fundación Cuatrogatos y Le Jardin Community Center, organización sin ánimo de lucro que brinda servicios sociales y educativos a niños de prekínder de las ciudades de Homestead y Florida City.
Excelente iniciativa al acercar la lectura a los niños y jovenes, un muy buen trabajo.
Saludos.
¡EXCELENTE TRABAJO, COMO SIEMPRE LO HACEN!!!
Gracias, querida Susana. Valoramos mucho tu opinión. Un abrazo.