Es preciso entregar una gráfica más imaginativa, que rompa el esquema del naturalismo, la perspectiva, las proporciones, el color consuetudinario; penetrar un poco la imaginación del niño y entregarlo todo menos obvio, quizás sugerido. Pero hay algo más: es necesario situarse en la época y en el espacio donde se vive. Aunque diste de ser una opinión generalizada en nuestro medio, debemos adentrarnos en la cultura de la tierra, en la iconografía popular, en el color de la naturaleza: tres fuentes de eterna juventud para las obras de arte, sea cual fuere su condición. Pese a la necesidad de abordar temas universales y de no copiar fotográficamente el entorno, no hay que perder ese rostro latinoamericano para remozar la gráfica y atender al niño nuestro. –Alexis Forero (“Alekos”)
(Bogotá, 1953). Autor e ilustrador de libros para niños como Matachita, El sombrerón, Espantajos y Aroma de níspero. Ha ilustrado, además, obras de numerosos escritores, entre ellos Beatriz Helena Robledo, Antonio Orlando Rodríguez, Clarisa Ruiz, Yolanda Reyes, Celso Román, Triunfo Arciniegas y Enrique Páez.
Texto tomado de Ilustración infantil en América Latina, encuesta realizada por Antonio Orlando Rodríguez y publicada en la revista En julio como en enero, de La Habana, en 1987. Este trabajo fue reproducido en la revista Hojas de lectura, de Bogotá, en abril de 1992.
Ilustración tomada de Matachita (Panamericana, Colombia).