En el 2014 se cumplieron 130 años de la aparición de un clásico de las letras de Estados Unidos: Las aventuras de Huckleberry Finn, de Mark Twain (seudónimo del periodista y narrador Samuel L. Clemens). La primera edición fue realizada en Inglaterra, en 1884; un año más tarde, se publicó en Estados Unidos. Ambas ediciones incluyeron ilustraciones del dibujante E. W. Kemble.
A pesar del tiempo transcurrido, la novela de Twain conserva una asombrosa lozanía y una gran capacidad para generar disímiles lecturas y hasta encendidas polémicas (sobre todo entre los paladines de lo políticamente correcto). Los críticos continúan acercándose a este libro inagotable, que a lo largo del tiempo ha recibido elogios de creadores como Ernest Hemingway y Norman Mailer, y hallándole nuevas aristas e interpretaciones. Una muestra de ello es el estudio La voz del vagabundo: Huckleberry Finn o el viaje del héroe secundario, del escritor e investigador literario mexicano Adolfo Córdova.
“Una obra no es una isla. Un personaje no habla sin escuchar el eco de otros en su voz. El río de Huck y Tom desemboca en el mar de Ulises y Simbad. Sus andanzas recuerdan las de El Quijote y Sancho Panza. En sus páginas habitan las palabras de Shakespeare. Tom y Huck. Huck y Jim. Mil y una noches navegando río abajo, explorando en islas como Robinson y Viernes, buscando un hogar… en la literatura”, señala Córdova en su novedoso acercamiento a los personajes, conflictos y escenarios de Las aventuras de Huckleberry Finn.
Los invitamos a conocer este trabajo de Adolfo Córdova que hemos sumado a la plataforma digital de información sobre LIJ de nuestra Fundación Cuatrogatos. Pueden leerlo haciendo clic aquí.
Es increible como determinados libros estan presentes en nuestra vida,siempre,
Desde mis siete años en los que ,que papa compro em la antigua Editorial Jackson varias colecciones de libros entre ellas una que herede ” Grandes Novelas de la Lietratura Universal,alli esta HUck y su amigo Tom en un mismo lbro,que alegraron mis noches de invierno frente a la chimenea en La Cumbre Cordoba.
El año pasado resolvi releerlos,y aunque mi mirada de lectora ya no era infantil,econtre en esas historias,una riqueza inigualable.
La misma frecura y el mismo encanto de las primera vez.
Al leer nuevamente a Huck se descubren entre lineas otros temas.
Agradezco que hayan puesto a nuestra disposicion,el articulo de Adolfo Cordova ,sumamente interesante.
Como siempre gracias queridos amigos.
Cordialmente Ana Maria