El artista plástico y diseñador Samuel Castaño (Cartagena, 1988) se ha convertido en una de las más prometedoras figuras en el panorama actual de la ilustración de libros para niños y jóvenes de su país: Colombia. Ganador de uno de los premios para ilustradores entregados en 2011 por la editorial Tragaluz, de Medellín, cuatro años después recibió una mención especial en la categoría New Horizons del premio Bologna Ragazzi por la obra Mil orejas (Tragaluz: Medelín, 2015), con texto de Pilar Gutiérrez Llano.
En enero de 2017, con su libro El tiempo de mi casa (Tragaluz: Medelín, 2016), Castaño obtuvo uno de los premios que otorga la Fundación Cuatrogatos a los más significativos libros para niños y jóvenes de creadores iberoamericanos, mientras que Mil orejas, resultó finalista.
Conversamos con este talentoso creador sobre su labor artística destinada a los libros infantiles y juveniles, y sobre El tiempo de mi casa, el libro galardonado por la Fundación Cuatrogatos este año.
¿Cuáles fueron las razones por las que decidiste insertar tu trabajo gráfico y artístico en el territorio de los libros para niños?
Realmente no fue algo que haya decidido, aunque sí es parte de un camino que he ido recorriendo. Yo trabajo como ilustrador desde hace unos años en distintos medios, y en un momento me propusieron ilustrar un libro. A partir de ahí fueron apareciendo otros. Los libros infantiles son un espacio en el que me he sentido cómodo porque he podido realizar el tipo de imágenes que me gustan, jugar con las ideas y con el significado de las cosas. Aunque si bien lo que hago no lo hago pensando necesariamente en el público infantil, ese formato sí me permite jugar y divertirme más con mi trabajo, y eso es algo de necesito y aprecio mucho.
¿Qué artistas han influido en tu quehacer como ilustrador?
Es difícil responder esta pregunta porque creo que muchas veces no somos conscientes de lo que nos influencia. Pero diría que Magritte es muy importante; también me gustan mucho la pintura rupestre, el arte egipcio, los trabajos de Henri Matisse, las obras Pieter Brueghel. Incluyo, además, en esta relación las imágenes de ilustradores como Pablo Auladell y Joanna Concejo.
¿Qué te motivo a escribir El tiempo de mi casa? ¿Qué surgió primero: el texto o las ilustraciones? ¿Cómo fue el proceso de creación del libro?
El tiempo de mi casa comenzó siendo un ejercicio de clase en un taller al que asistí. Estaba buscando una historia que contar y terminé escribiendo algo sobre mi propia familia, una historia construida con retazos de otras pequeñas historias e imágenes que han estado siempre en el imaginario que me he formado de mi familia. Primero escribí un texto muy burdo, luego fui trabajando las ilustraciones y puliendo ese texto de manera simultánea.
¿Cuáles son los principales elementos que tomaste en consideración a la hora de escribir El tiempo de mi casa y crear las imágenes del libro?
El tiempo de mi casa cuenta una historia sencilla que no debía complicarse, así que traté de mantener los textos cortos y claros. Además, al ser mi primer acercamiento a la escritura, quería mantener todo más o menos bajo control, y las frases cortas creo que me ayudaron a lograrlo.
¿Por qué elegiste la técnica del collage para esta obra?
El collage siempre ha estado presente en lo que hago, y en este libro debía estar. Me gusta incluir elementos ajenos, traer imágenes de otros lugares y contextos para crear imágenes nuevas. Es un poco como creo que funciona el mundo y me gusta que mi trabajo dé cuenta de eso.
¿Cómo valoras el uso de las técnicas digitales aplicadas al trabajo del ilustrador? ¿Usaste alguna de ellas en El tiempo de mi casa?
Desde hace años, las técnicas digitales son tan válidas y adecuadas como cualquier otra. Depende, claro, de quién las usa, de cómo las emplea y para qué tipo de contenido. Sin embargo, en este libro no utilicé ninguna técnica digital, aparte de limpiar y ajustar algunos colores en Photoshop.
¿Pensabas en algún público-destinatario mientras realizabas tu labor para este libro?
Realmente, no; pensé en mí, en hacer algo que me gustara y que contara lo que soy como ilustrador. En ese sentido es un libro muy caprichoso, porque está hecho con las imágenes y los vacíos que yo quería y nada más. Me interesaba mostrarle a la gente lo que me parece importante en una imagen. Además, es un libro muy personal, porque está lleno de recuerdos propios e historias familiares.
¿Qué te gustaría que quedara en las personas después de leer El tiempo de mi casa?
Me gustaría que la gente sintiera que las historias bonitas e importantes nos suceden a todos y pasan dentro de todas las casas, que la historia que cuento en mi libro no es distinta a la de cualquier familia.
¿Cómo recibiste la noticia de que una organización con sede en Estados Unidos, dedicada a la promoción de los buenos libros para niños y jóvenes en español, incluyó El tiempo de mi casa entre sus premios del 2017 y, además, declaró finalista a otra obra con ilustraciones tuyas: Mil orejas?
Es muy bonito saber que otras personas, en otros lugares, están viendo lo que uno hace y que encuentren valor en eso. Yo hago mi trabajo por un compromiso sobre todo conmigo y con este oficio, pero no lo puedo realizar solo, y este tipo de reconocimientos ayudan a que todas las personas involucradas sientan que su trabajo tiene valor, para sigamos haciendo libros juntos.
http://www.samuelcastano.com/