La portuguesa Catarina Sobral (Coimbra, 1985) se formó como ilustradora y diseñadora en la Universidad de Aveiro y en la Universidad de Barcelona, y obtuvo una maestría en ilustración en la Universidad de Évora. En el 2014 ganó el V Premio Internacional de Ilustración de la Feria del Libro Infantil de Bolonia-Fundación SM.
Hasta la fecha ha dado a conocer los libros Greve (Orfeu Negro, 2011), La sirena y los gigantes enamorados (Ediciones SM, 2015), Achimpa y Mi abuelo, estos dos últimos publicados en español por la editorial argentina Limonero, en 2015 y 2016 respectivamente.
Achimpa fue uno de los libros ganadores del Premio Fundación Cuatrogatos. Sobre esta obra y sobre su trayectoria artística conversamos con Catarina Sobral.
¿Cómo te convertiste en autora e ilustradora de libros para niños?
La voluntad surgió cuando vi el libro Nella notte buia de Bruno Munari. Al contrario de los libros para niños que existían en mi infancia, aquel era un objeto artístico, un libro que tomaba partido por la plasticidad del código para comunicar una historia, que a su vez no era restrictiva ni estereotipada. Después descubrí los libros de Planeta Tangerina y poco a poco fue surgiendo la idea de tomar un curso de ilustración y, quién sabe, escribir un día una historia tan buena como esas. Cuando estaba en primer año de la maestría en ilustración diseñé y escribí Greve (Huelga) para la asignatura de projecto. Un año después lo publiqué.
¿Qué ilustradores te han servido como modelos o inspiración?
Los diseñadores e ilustradores que descubrí cuando estudiaba la licenciatura en diseño: Enzo Mari, Saul Bass, William Wondriska, Bruno Munari, Sara Fanelli, Alexis Room y los portugueses que descubrí en los Catálogos de Ilustración Portuguesa, en las estanterías de las librerías o que fui conociendo: Bernardo Carvalho, Marta Torrão, Gémeo Luís, André da Loba, Alice Geirinhas, Alain Corbel…
¿Cómo surgió Achimpa?
Achimpa, al igual que Greve, surgió durante la maestría en ilustración. Fue el proyecto de mi tesis, en el segundo año del curso.
¿Cómo fue el proceso creativo de Achimpa?
La idea surgió cuando leí Seis propuestas para el nuevo milenio, de Italo Calvino. En el texto sobre la rapidez, el autor habla de varias obras literarias que usan el enlace narrativo como forma de encadenar los eventos en la historia. En todos los ejemplos hay algún objeto que, por pasar de mano en mano, van originando las peripecias. Yo decidí usar esa estructura narrativa con una palabra, que al pasar de boca en boca también mudando de categoría morfológica. Escribí la primera versión del texto de una sentada y comentó la búsqueda de una técnica y un lenguaje gráfico que le sirviese. Todavía estaba en un período muy experimental y ni hice un storyboard, fui haciendo las ilustraciones sin planear nada y mostrándolas, de vez en cuando, a mis asesores del proyecto. Ellos me dieron una gran ayuda y acabé por colocarlos en la dedicatoria del libro.
¿Qué te propusiste con esa obra?
Sobre todo contar una historia divertida. Me gustan los libros con humor, ironía y una pizca de locura. De una forma sutil, es también una caricatura de un cierto modo de ser portugués: la inercia para avanzar, la adopción acrítica de puntos de vista de los especialistas, la envidia de lo que venga de afuera.
¿Qué les pides a los libros ilustrados para niños?
Como dije antes, que no sean restrictivos ni estereotipados. Que den libertad creativa al lector, y que creen lectores. Esto tiene un doble significado: lectores de texto y de imagen. Para mí, la facultad de leer imágenes es tan importante como la de leer palabras. Ayuda a desarrollar el pensamiento metafórico y la creatividad.
¿En qué proyectos trabajas actualmente?
Estoy trabajando en un libro de la autoría de Alastair Red y voy a realizar mi primer cortometraje de animación.
Una execelnte nota,espero encontrar sus libros a traves de la editorial
Felicitaciones a la escritora -ilustradora