Aniversarios de doce grandes obras de la literatura infantil y juvenil (primera parte)

Ilustración de Margaret Bloy Graham para “Harry, el perrito sucio” (1956).

En este año 2016 son varios los libros significativos de la literatura infantil y juvenil universal que celebran “aniversarios redondos”. Hemos seleccionado doce de esas obras para recordarlas, con el propósito de invitar a su relectura o a su “descubrimiento” (si es que aún no las han conocen y pueden tener la suerte de disfrutarlas por primera vez). En esta entrada de nuestro blog comentamos seis de ellas; la media docena restante queda pendiente para la próxima semana.

viajes_gulliver

Los viajes de Gulliver, del escritor satírico inglés Jonathan Swift (1667-1745), publicado por primera vez en 1726, cumple 290 años. (El título original: Travels into Several Remote Nations of the World, in Four Parts. By Lemuel Gulliver, First a Surgeon, and then a Captain of several Ships). Si bien este libro fue concebido como una sátira social y su autor no tuvo en mente a los niños y jóvenes como destinatarios cuando lo escribió, estos se apropiaron también de la exitosa obra, lo cual resulta comprensible en una época en que la narrativa destinada a esas edades se circunscribía, esencialmente, a los terrenos de lo didáctico y lo moral. Las andanzas de Lemuel Gulliver entre enanos y gigantes deben haber sido un bálsamo de imaginación y solaz. Por cierto, en su cuarto y último viaje, el héroe –harto de la apacible vida que había retomado tras renunciar a sus insólitas aventuras– vuelve a hacerse a la mar, esta vez como capitán de un navío mercante. Pero la tripulación se amotina y lo abandona a su suerte en un pequeño islote, donde el protagonista conoce a una suerte de criaturas sucias y salvajes, parecidas a los seres humanos, llamadas los Yahoos. (¿Qué cara habría puesto Swift si alguien le hubiera dicho que más de dos siglos después, una de las más grandes compañías de Internet se llamaría igual que esos repelentes personajes de la aventura final de Gulliver?)

3203En 1876 vio la luz un libro llamado a convertirse en un clásico universal: Las aventuras de Tom Sawyer, del estadounidense Mark Twain (seudónimo de Samuel Langhorne Clemens, 1835-1910), así que este año el travieso Tom celebra su cumpleaños 140. Como sucede con la mayor parte de la obra de Twain, esta encantadora novela ambientada en un pueblo imaginario, a orillas del río Mississippi, en el sur de Estados Unidos, conserva toda su frescura, emoción y picardía, y se lee con extraordinaria fluidez. Twain es un maestro en el arte de atrapar a los lectores con las peripecias de sus personajes, con su personalísima fusión de costumbrismo, intriga y humor. Como expresó acertadamente el ensayista ecuatoriano Hernán Rodríguez Castelo en su obra El camino del lector (Ediciones del Banco Central de Ecuador, Quito, 1988): “Tom es una figura de apasionado amor por la libertad y de nobles y decididos afectos –por su tía, por su dama, por Huck–; es a medias un soñador romántico y a medias un realista de ingenioso sentido común”. Con seguridad es esa dualidad lo que lo convierte en un héroe tan especial y genuino, que tiene muchas cosas en común con las nuevas generaciones de lectores contemporáneos.

9788416280476_L38_04_lSi bien la novela Los chicos del ferrocarril, de la británica Edith Nesbit (1858-1924), apareció originalmente publicada por entregas en la revista The London Magazine, en 1905, fue en 1906 (hace 110 años) que llegó a los lectores editada en forma de libro. Desde entonces, esta narración sobre las aventuras y desventuras de una familia que se instala en una casa cerca de la línea del ferrocarril cuando el padre es encarcelado por una acusación de espionaje, ha cautivado a varias generaciones de lectores y ha sido adaptada con éxito al cine y la televisión. Les recomendamos la edición publicada recientemente por Siruela dentro de su colección Las Tres Edades, con un documentado prólogo de Cristina Sánchez-Andrade. Aunque Nesbit (una autora que fue celebrada por “pesos pesados” de la literatura inglesa H. G. Wells y Rudyard Kipling) alcanzó la fama sobre todo por sus historias de corte fantástico, esta obra que bucea de forma emotiva en el día a día de una familia obligada a vivir en circunstancias difíciles, está considerada un auténtico clásico.

51ur0SxeetL._SX320_BO1,204,203,200_Se cumplen 90 años de la publicación en 1926 de Winnie the Pooh, de A. A. Milne (1882-1956), otro clásico de la narrativa inglesa para chicos. Su autor, A.A. Milne, un exitoso escritor, dramaturgo y editor del seminario humorístico Punch, se inspiró en un juguete de su pequeño hijo Christopher Robin, el personaje del ingenuo osito ya había hecho acto de presencia anteriormente en uno de los poemas para niños del cuaderno When We Were Very Young, que Milne dio a conocer en 1924. “Los personajes resultan entrañables y reconocibles en sus pequeñas debilidades (que frecuentemente corresponden a un gran ego): Winny, un oso con poco cerebro, pero gran apetito y corazón; Iyoro, un burro retorcido y depresivo; Búho, el falso erudito; Porquete, tan pequeñito como grande su necesidad de reconocimiento; Cangu, la madre práctica, etc.; todos bajo la tutela comprensiva del gran Christopher Robin”, comenta sobre esta obra la especialista venezolana María Cecilia Silva-Díaz. “Hay un equilibrio casi perfecto entre la acidez y el dulzor en estas historias sustentadas en la interpretación ingenua y básica del mundo de sus protagonistas” (reseña publicada en el libro Cien libros para un siglo, Anaya, Madrid, 2004). Por favor, si no han leído la narración original y su única referencia de Winny son los dibujos animados de los estudios Disney, denle una oportunidad al libro y a las exquisitas ilustraciones de Ernest H. Shepard. No lo lamentarán y comprenderán por qué se ha traducido a más de cincuenta idiomas.

51u+nAK1sSL._SX365_BO1,204,203,200_Un clásico del cuento ilustrado estadounidense: Harry, el perrito sucio, cumple 60 años y sigue reeditándose con renovada aceptación. Creado en 1956 por el matrimonio formado por el escritor Gene Sion (1913-1975) y la ilustradora Margaret Bloy Graham (1920-2015), en un principio este fue un libro en blanco y negro, pero ediciones más recientes se le adicionaron fondos de color a los dibujos. En el momento de su aparición, el New York Herald Tribune comentó: “Sin sentido y sentido están muy equilibrados en el texto y las imágenes. Harry es un héroe para ir directamente al corazón de un niño”. Por su parte, The New York Times señaló: “Harry está seguro de ser amado, especialmente por los niños en edad preescolar, para los que la suciedad es una cosa siempre deliciosa. Las ilustraciones de Margaret Bloy Graham son luminosas, animadas y expresivas, y son un audaz complemento de un texto directo y encantador”. Las deliciosas imágenes old style, así como el humor y la transparencia del relato, convierten esta obra en un clásico intemporal. Se trata de algo que cada vez escasea más en las novedades de nuestros días: un auténtico libro para niños, sin complicaciones ni sesudos trasfondos para deleitar al intermediario adulto. Una propuesta sencilla y eficaz, de singular perfección. La saga dedicada a Harry prosiguió con los títulos No Roses for Harry (1958), Harry and the Lady Next Door (1960) and Harry by the Sea (1965).

portada-cuentopos-de-gulubuEste año celebramos los 50 años de la primera edición de un clásico de la literatura infantil de Argentina: Cuentopos de Gulubú (1966), de la gran María Elena Walsh (1930-2011). Una transgresora colección de divertidos relatos de non sense, que incluye joyas como “La Plapla”, “Piu Piripiú”, “Historia de una Princesa, su papá y el Príncipe Kinoto Fukasuka” y “El enanito y las 7 Blancanieves”. Con libros como este, Walsh influyó notablemente en el desarrollo de las letras para la niñez en el ámbito hispano. “María Elena Walsh rehizo la infancia de todos, grandes y chicos, dejó que las palabras tomaran la iniciativa y que arriesgaran las fábulas extraordinarias de la vida común, despidió la infalibilidad de los referentes, arriesgó paradojas y contradicciones aparentes, contrastes y tautologías”, escribió María Adelia Díaz Rönner en un artículo incluido en el libro La literatura para niños y jóvenes. Guía de exploración de sus grandes temas, de Marc Soriano (Buenos Aires, Ediciones Colihue, 1995).”Gracias a esas singulares maniobras retóricas, los niños se despertaron siendo niños y defendidos como tales: ni modelos de hombres ni ventrílocuos de adultos”.

Continuará…

7 pensamientos en “Aniversarios de doce grandes obras de la literatura infantil y juvenil (primera parte)

  1. Realmente el libro,en su formato impreso, constituye un valioso puente comunicativo entre lector y fantasía, no debemos dejar que se pierda ese delicado pacto entre libro-niño. La transposición fílmica de los texto originales no siempre son buenas, por ello el libro debe ser el acompañante indispensable de ese texto a compartir con niños y adolescentes.

  2. Muy interesante artículo literario.
    Me gustaría saber si el libro en físico, Harry, “El perrito sucio” se puede conseguir actualmente, y donde.

    Cordial saludo

    Beatriz Ruiz

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *