SOS Televisión

SOS Televisión. Germano Zullo / Albertine

En un capí­tulo de su libro Apocalí­pticos e integrados, publicado por Umberto Eco en el lejano 1968, el respetado narrador y semiótico italiano asociaba el consumo de la programación televisiva con "una invitación a la hipnosis". Otros muchos ensayistas y estudiosos han dedicado profundas reflexiones a los efectos que la televisión ha tenido sobre la sociedad actual. El libro SOS Televisión, de los suizos Germano Zullo (texto) y Albertine (ilustración), publicado en español por Ediciones Ekaré, también lanza una mirada contundente a este tema, solo que lo hace sin necesidad de datos, análisis y farragosas parrafadas, pues se trata de un álbum con breves lí­neas de texto y grandes ilustraciones.

Los protagonistas de la historia son los integrantes de una familia tradicional (padre, madre e hijo), adicta a los programas de la televisión: desde transmisiones de partidos de fútbol y telenovelas hasta dibujos animados. Por supuesto, ¡no faltarí­a más!, a la hora de cenar los tres  se sientan a la mesa y, en lugar de conversar, miran como en trance las noticias que lee un presentador en la pantalla. Pero entonces sucede lo inesperado. Una auténtica catástrofe: el televisor se estropea y hay que llamar, urgentemente, al número telefónico de SOS Televisión para que enví­en un técnico a repararlo.

Lo que sucede durante esas horas de espera, narrado con un alarde de sí­ntesis, hace que la llegada del técnico, más pronto que lo anunciado, cause nuevamente consternación, solo que por motivos opuestos. Y es que, como revela el texto de la contracubierta, "Cuando la pantalla se apaga el cí­rculo de la familia se enciende...". El final abierto deja entrever la posibilidad de un cambio. Más que una atractiva propuesta para niños, este es un libro recomendado para toda la familia. Mi sugerencia: después de la lectura, o partir de determinado momento de ella, ponga como música de fondo la canción "Nel blu dipinto di blu" (más conocida como "Volare"), en la voz de Domenico Modugno. 

Javier Gómez