Ojo avizor

Primero que todo: el libro es precioso. Empezando por el lomo entelado, la textura de la cubierta y la calidad del papel, y continuando por las extraordinarias ilustraciones de Rotraut Susanne Berner, especialmente su acertada creación de los dos personajes principales. Al indiscutible atractivo táctil y visual, hay que añadir un texto mí­nimo, que desconcierta y sugiere más de lo que dice. ¿Resultado? Una atí­pica “pero tierna “ love story: una humorada que, al llegar a la página final, invita a la relectura inmediata, en busca de matices y detalles que pudieran habérsenos escapado. 

El joven visitante de un zoológico “con lentes, cámara fotográfica al cuello y un original sombrero “ admira durante su recorrido todo tipo de animales: leones, aves exóticas, osos, cocodrilos, tortugas, jirafas, avestruces... Pero es la hiena, la apestosa hiena de ojos legañosos, quien se roba su corazón. El animal pretende convencer al visitante de que en realidad ella es una princesa hechizada y le pide ayuda para recuperar su fisonomí­a original. Invitada por el joven a tomar el café, la hiena acude puntualmente, cartera en mano. Es recibida con flores y con un delicioso banquete, y... mejor averigüen usted cómo concluye esta estrafalaria historia. Que, quizás, podrí­a leerse como una parábola con tintes entre dulces y grotescos sobre la capacidad del amor para embellecerlo todo... hasta a una "princesa" tiñosa y llena de garrapatas.

El autor de La princesa viene a las cuatro es el poeta y narrador alemán Wolfdietrich Schnurre (1920-1988); sin embargo, el libro no tendrí­a mayor significación si el texto no estuviera acompañado por la deslumbrante propuesta gráfica de Rotraut Susanne Berner, artista nacida en Alemania, en 1948.