Nico dibuja un sentimiento

Nico dibuja un sentimiento. Bob Raczka y Simone Shin

Dirigido a niños pequeños, Nico dibuja un sentimiento es un libro-álbum simplemente delicioso que narra la historia de Nico, un niño que jamás va a ningún sitio sin su bloc de papel y su caja de lápices de colores, porque le encanta dibujar. Incluso los eventos más nimios e insignificantes de la vida cotidiana le sirven de inspiración. 

Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con otros, él jamás pinta objetos, ni personas, ni animales, ni paisajes. Nico dibuja sentimientos. Y por supuesto, los dibujos de Nico que muestra este libro resultan indescifrables para seres humanos comunes y corrientes. ¿Cómo adivinar que con esas espirales azules, esos furiosos trazos rojo-anaranjados y las convulsas rayas verdegrises, se describa el tintineo de una campana, el calor del sol en la cara o el esfuerzo de construir un nido? Ni su maestra, ni sus padres, ni sus amigos, pese a que intentan ver lo que él les describe, son capaces de percibir los sentimientos retratados en esos hermosos garabatos. 

Al final, la artística persistencia de Nico encontrará su recompensa con la aparición de un personaje capaz de entender perfectamente las emociones que él dibuja. 

La historia de Nico constituye una metáfora sobre la incomprensión y la soledad del artista; pero también es un canto a aquellos seres que no se conforman con seguir o repetir lo que hace la mayoría, sino que buscan su propio camino, por difícil y solitario que este sea. 

Sospecho que la lectura de este cuento, compartida entre un adulto y un pequeño, podría provocar discusiones muy interesantes sobre lo que significan la creación y la originalidad. Y, sin duda alguna, sería una estupenda opción como material de lectura para talleres donde los niños sean invitados a dar rienda suelta a su creatividad, ya sea en las artes plásticas o en cualquier otra manifestación artística.
Daí­na Chaviano