“La magia del idioma puede ser percibida por todos los niños, que están ávidos de ella, pero hay que darles los elementos necesarios, las rimas, el ritmo, los disparates, los versos maravillosamente tontos. Cuando un niño empieza a jugar con las palabras por cuenta propia gozando con los sonidos, las sílabas, las onomatopeyas disparatadas, ha encontrado el camino de su propia libertad”.
María de la Luz Uribe
escritora (Santiago de Chile, 1936-Sitges, 1994)
(tomado del artículo “La magia de las palabras, Revista CLIJ No. 14).