Leer y releer

El asno alado de Paul

(Inspirado en un cuadro de Picasso, 1923)

¡Arre, borriquito, arre!
–le digo yo a mi borrico,
que no se quiere mover.
–¡Arre, te digo, burro!
Pero no hay nadie más terco que él.
Así que yo me invento que vamos
mi burrito y yo trotandito, trotando,
por un camino a beber
agua de una fuente mágica
que lo hará ligero de patas
y ya más nunca
querrá dejar de correr.
Soñamos cruzar los países
solo en cuestión
de un momento,
y que conocemos a reyes y duques
que quieren escuchar este cuento.
Y al regresar a casa
aunque mi traje y mi sombrero
estén tan limpios como sus patas
solo él y yo sabemos cómo cansan
los honores
y las largas cabalgatas.

¿Se ríen los gatos?

Nunca he visto
reír a un perro,
ni a un gato.
Y a un pulpo….
¡Qué va! ¡Jamás!
¿Será que se ríen
cuando uno no está?

Carreras de caballos

¿Sabes si tienen jinete
los caballitos de mar?
¿Cómo escaparán los peces
si los sigue un calamar?
Y ¿si hubiera una carrera
quién ganaría?
¿Un delfín, una ballena
o un caballito de mar?

La lechuza

U, u, u,
oigo en la noche
un revuelo.
U, u, u,
una lechuza en su vuelo.
U, u, u,
me da mucho miedo.
U, u, u,
¿acaso lo tienes tú?