'Amorcitos Sub-14', de Elsa Bornemann, Alfaguara, Buenos Aires, 2003.
  • 'Amorcitos Sub-14', de Elsa Bornemann, Alfaguara, Buenos Aires, 2003.

"Hoy", "Canción para cantar 'para adentro'... y para él...", "El tema es el domingo", "Reencuentro"...

Elsa Bornemann

Hoy

La vida es breve.
Un parpadeo fugaz,
destello leve.

¿La vida? Un flash...
Todo tiempo se bebe
y es muy voraz.

Pasos ligeros:
nosotros, su menú,
sus pasajeros.

Ah... Te propongo
que –entonces– tú y yo,
sin un rezongo,

HOY nos amemos
–de la nada herederos–
mientras estemos.

 

Canción para cantar "para adentro"... y para él...

A él y todo su encanto
"para adentro" yo le canto
y camino entre la gente
con mi canción transparente.

A veces me río sola
y –otras– ando ensoñada
porque el almita me alegra
mi melodía guardada.

A veces, parezco loca,
otras, un tanto hechizada
pues soy feliz con tan poco...
con poquito... casi nada...

¿Quién es "él"? Mi noviecito...
Y –tampoco– el distraído
conoce el bello cantico
que por su amor ha nacido.

(Acaso un día lo cito
y –en secreto compartido–
dulcemente, bien bajito,
se lo susurro al oído...)

 

El tema es el domingo

Será un domingo,
cuando atardezca,
yo me alejaré.
De azul olvido,
punta de ausencia,
me endomingaré.
Me buscarás
y encontrarás
tu soledad.

Tu boca loca
dirá mi nombre:
no lo entenderé.
De tanto amarte
me lo arrancaste:
te lo dejaré.
Junto a otra piel,
otro querer,
otra he de ser.

Cada domingo
–cuando atardece–
parto un poco más.
Muchacho extraño,
a la intemperie
mi alma no halla paz.
Y sé que sí:
sin un adiós
se irá de ti.

 

Reencuentro

Éramos tan chicos
hace siete otoños...
De dientes de leche,
de juegos y moños.

Y nos reencontramos
casi adolescentes.
No somos los mismos.
Todo es diferente.

Distinto mi canto,
otra tu mirada.
Yo, soñando tanto
y tú deslumbrada.

Tu mano en la mía,
mi boca en tu pelo,
buscando la tuya
donde se abre el cielo.

Casi adolescentes
hoy, los dos, mi amada.
Que sepa la gente:
no nos falta nada.

(Por un mundo sin amor
–eso que los dos sentimos–
sé que somos más hermosos
que la Tierra en que vivimos.)

Invitación para conocer el mar

Nadie el mismo puede ser
si lo llega a conocer...

Pocas cosas hay tan bellas
como el bello hermano mar:
la luna, el sol, las estrellas...
y dejo de comparar.

Nadie –sin verlo– imagina
la sirenita marina...

Ni el verde ensueño que espera
cuando –con mágico son–
la oleada canción marera
olea en el corazón.

Un amorcito en la playa
acaso encuentre, quien vaya.

Un amorcito playero
–con el mar como padrino–
si –además– es el primero
¡es un premio del destino!

Nadie vuelve a ser quien era
tras la cita marinera.