"Perro único", "Un cuento", "Qué qué"

María Baranda
Perro único

Vienes de la Cueva del Tecolote.
Tienes los ojos negros y la piel 
como tambor en la cálida selva
de la lluvia.

Eres tan mío 
y tu cola es tan larga
que en ti estalla mi sueño 
en lo hondo de la barranca.

Perro mío, perro único,
perro monstruo, monstruo mío.

Dame tus ojos abiertos
para mirar adentro de la noche.


Un cuento

Hoy se llevó una urraca
la bolsa de una señora.

Vació todo lo que tenía
arriba de una montaña.

En la montaña surgió una casa
y un campo lleno de flores.

De las flores salieron peces
y de los peces largos listones.

En la casa había un dragón
que estaba solo con las migajas.

De pronto llegó la urraca
y el fiero dragón le pidió

trajera muchos secretos
y un verde y fresco limón.

El limón lo cortó de un tajo
y con los listones envolvió

cada secreto en silencio
y a los peces se los dio.

De cada pez surgió un niño
y de cada niño un limón.

De la señora nada se supo,
capaz que ella era el dragón.


Qué qué

qué qué canta el quetzal
qué qué queda si sale
qué qué dice si grita
qué qué brinca si brisa
qué qué sube su nube
qué qué risa si pica
qué qué pluma si aire
qué qué alas si ramas
qué qué sueño si remas
qué qué brinca si pasas
qué qué susto si canta
qué qué canta si sube
a tu nube y ya pica la brisa
que sueña en el aire si remas
las ramas que hay en tu almohada.

Poemas tomados del libro Un ajolote me dijo… (Ciudad de México: Ediciones Castillo, 2017) y publicados con la autorización de su autora.