La isla

La isla. Armin Greder

Las estadí­sticas relacionadas con las grandes migraciones del presente son alarmantes.

La guerra civil en Siria ha expulsado de sus hogares a cerca de la mitad de la población, que ha buscado refugio en diferentes paí­ses. Un total de 10,588 niños, en su mayorí­a centroamericanos, cruzaron la frontera entre Estados Unidos. y México en octubre y noviembre del 2015, sin la compañí­a de adultos, la mayorí­a provenientes de Centroamérica. En el mes de mayo de este año, en menos de una semana 1,100 inmigrantes africanos fallecieron en dos naufragios antes de alcanzar las costas del sur de Europa. Podrí­an mencionarse muchos casos más de emigrantes de Cuba y de Haití­; de Somalia, Senegal, Nigeria, Gambia, Mali y Libia; de Bangla Desh y de Birmania”.

Cada una de estas migraciones está asociada con historias de guerra, con la pobreza, el hambre, la violencia religiosa y racial". Lo mismo si huyen por las arenas del desierto del Sahara, en precarias embarcaciones por el mar Mediterráneo, el Caribe o el golfo de Bengala, o encima de un tren conocido como “La Bestia”, cada migrante deja atrás su pasado con la esperanza de encontrar un futuro. No hay finales felices garantizados: muchos de estos niños, mujeres y hombres perderán sus vidas en el intento.

Del posible destino que espera a los migrantes que consiguen sobrevivir y arribar a sus destinos habla, en clave de parábola, el álbum La isla, del autor e ilustrador suizo Armin Greder, que vio la luz por vez primera en el año 2002 y que en estos momentos tiene una particular actualidad. A la playa de una isla llega un hombre en una balsa, arrastrado por las corrientes del mar. ¿Qué hacer con él?, se pregunta la gente del lugar, temerosa. ¿Devolverlo al mar o acogerlo? El extranjero nunca es aceptado, es tratado como si no fuera humano, y finalmente”. No, el desenlace dista mucho de ser optimista, ni siquiera resulta esperanzador.

Este espléndido y muy duro libro es una incitación para discutir con los jóvenes lectores sobre el significado real, hoy dí­a, de términos como racismo, prejuicio, solidaridad y compasión. Con un texto escueto, distanciado y voluntariamente frí­o, e impactantes imágenes que remiten a la estética expresionista del noruego Edvard Munch, La isla pone el dedo en problemáticas de gran actualidad como la xenofobia y los derechos de los refugiados.

Un libro sobrecogedor, sin duda alguna, pero oportuno y de gran valor artí­stico y social; un libro que nos hace pensar con amargura en los muros que se levantan en distintos continentes y también en el famoso poema de John Donne:

Ningún hombre es una isla 
entera en sí­ mismo.
Cada hombre es una pieza del continente,
parte del total.

Versos muy antiguos los de Donne, escritos en el siglo XVII, pero que significan mucho hoy.

Javier Gómez