Un secreto en el agua

Un secreto en el agua. Mariela Landa

Adamelia, la niña protagonista de Un secreto en el agua, está muy lejos de saber que, al tropezar durante su paseo por las inmediaciones de una cañada, caerá, como lo hiciera Alicia por la madriguera de un conejo, hasta llegar a un casi inaccesible manantial habitado por una criatura fantástica. Allí­ vive un güije, especie de duende negro y travieso, que, según dicen los campesinos cubanos, se oculta en los rí­os y lagunas, a la espera de las ví­ctimas de sus juegos y burlas. Con este personaje, Adamelia entablará una relación de amistad que la llevará a participar en aventuras sorprendentes.

Esta novela infantil de la autora Mariela Landa acerca al niño, a través de un ameno y bien construido relato, a la cultura popular de las zonas rurales de Cuba, que tiene muchos puntos de contacto con las de otros paí­ses de América Latina. Las peripecias vividas por la niña y su amigo el Güiji, como ella lo llama para simplificar su raro y muy extenso nombre (Baudilioniro Eleuterio de la Caridad y las Mercedes de Charco Azul) se originan en el dí­a a dí­a de ella y de sus vecinos, y es durante su desarrollo cuando lo mágico puede o no irrumpir en el contexto real, gracias a la intervención del dí­scolo duendecillo.

Con un lenguaje sencillo, en el que hay cabida para delicadas pinceladas de poesí­a, la autora entrega a los más pequeños una narración divertida, sin que el humorismo y la ligereza le impidan proponer temas -serios  e -importantes  (como, por ejemplo, el respeto al medio ambiente y a todas las criaturas que hayan cobijo en él y la necesidad de la solidaridad), para que el niño reflexione sobre ellos y saque sus propias conclusiones.

Las ilustraciones de Alex Pelayo recrean la atmósfera transparente de los espacios donde transcurre Un secreto en el agua y subrayan las intenciones festivas del texto con un dibujo cercano a la caricatura y una paleta cromática tornasolada y luminosa.

Sergio Andricaí­n