Nicomedes el pelón

Nicomedes el pelón. Chinto & Pinto

Leo en un periódico que la alopecia androgenérica, más conocida como calvicie, afecta a uno de cada tres hombres de todo el mundo. En el 95% de los casos, la pérdida del cabello es resultado de la herencia genética.

Leo en otro periódico que a partir de los 25 años, uno de cada cuatro hombres comienza a perder cabello. Cuando sobrepasan los 50 años, prácticamente la mitad son calvos. Y al llegar a la vejez, un 98%.

Estas estadí­sticas explican el auge vertiginoso que han tenido, en los últimos años, los tratamientos para reimplantar cabello a los hombres. Se estima que anualmente en el mundo se realizan alrededor de 250.000 microimplantes capilares.

No, no, esta nota no tiene como propósito, como quizás alguien pueda creer, publicitar los servicios de una de esas clí­nicas dedicadas a devolverle a los que están sufriendo los embates de la calvicie sus frondosas cabelleras de antaño. Los datos anteriores los busqué después de leer el muy divertido álbum Nicomedes el pelón, de los humoristas gallegos Chinto & Pinto (Carlos López y David Pintor), publicado por la editorial Kalandraka como parte de su colección Libros para soñar.

Nicomedes, el protagonista de esta historia, tení­a una hermosa y ondulada cabellera. Pero un dí­a empezó a perderla, y terminó convirtiéndose en un pelón. Sin embargo, Nicomedes no se queda cruzado de brazos. Para encontrarle remedio al asunto, se pone una peluca, pero esta es sustituida, sucesivamente, por madejas de lana, por espaguetis y otros absurdos sucedáneos del pelo. La solución que dan Chinto & Pinto al conflicto ”solución que, por supuesto, no voy a revelar aquí­ para no estropear la sorpresa a quienes se animen a buscar este delicioso libro y compartirlo con los niños “ es tan inesperada como divertida.

Los expresivos y simpáticos personajes de Nicomedes y su gato son un acierto, así­ como el sostenido uso de los primeros planos en la composición de la gráfica. Un ejercicio lúdico de sí­ntesis gráfica e imaginación, que apuesta por el sin sentido para sorprender a chicos y grandes.

Altamente recomendado para pelones que no se resignan a serlo y para aquellos a quienes la pérdida del cabello no les ha hecho perder, además, el buen humor.

Javier Gómez