La mamá de la mamá de mi mamá
  • La mamá de la mamá de mi mamá

    Alejandra Schmidt Urzúa
  • Ilustraciones de Marí­­a Joé Olavarrí­­a Madariaga
    Colección Las dos miradas
    Santiago de Chile, 2010

La mamá de la mamá de mi mamá. Alejandra Schmidt Urzúa

La problemática de las personas de la tercera edad y la relación con sus familiares ha comenzado a aparecer, cada vez con mayor frecuencia, en los libros destinados a los niños, en la medida que el fenómeno del envejecimiento de la población crece e impacta a un mayor número de familias en muchos paí­ses del mundo. Es por esa razón que la falta de interés en los ancianos, el abandono por parte de sus seres queridos y las enfermedades y el deterioro fí­sico y mental que padecen son temáticas que han ido irrumpiendo en la literatura infantil y juvenil.

La mamá de la mamá de mi mamá, cuento escrito por Alejandra Schmidt Urzúa y con ilustraciones de Marí­a José Olavarrí­a Madariaga, que describe los ví­nculos que unen una bisabuela con su bisnieta, forma parte de la colección Las dos miradas, de la editorial Zig Zag, que se caracteriza porque cada uno de sus libros contiene dos historias í­ntimamente relacionadas, con puntos de vista antagónicos o, como es el caso de la que nos ocupa, complementarios. Cada una de las narraciones ocupa la mitad del volumen; al llegar a este punto, el lector tendrá que invertir el cuaderno para iniciar la lectura del otro relato, que le invitará a asumir una nueva perspectiva de la situación que se le expone.

En La mamá de la mamá de mi mamá, uno de los cuentos es narrado por una niña que todos los fines de semana va, junto a sus padres, a visitar a su bisabuela. A la pequeña le llaman la atención los olvidos de la anciana y las arrugas que surcan su rostro ¦ Sin embargo, le gusta escuchar las historias del pasado que la viejecita le cuenta. La chiquilla, para no olvidarlas, las dibuja. El relato complementario es el de la anciana, quien admite sus olvidos y que, sin saber con certeza quién es la niña que disfruta escuchándola, desovilla relatos de tiempos idos, poblados por personajes que la niña no conoce.

Las dos historias están contadas en primera persona, usando un tono í­ntimo y nostálgico que revela la importancia de los lazos familiares que se forman a través de sentimientos profundos y del respeto por los mayores. Por su parte, las ilustraciones de Olavarrí­a, de cálida afectividad y llamativas perspectivas, complementan de maravillas el texto de Schmidt, subrayando intenciones de la autora y dotando de una imagen certera a los personajes y su entorno.

Este un libro que, con sutileza, habla al corazón del lector y le revela secretos importantes para que el amor y el respeto a los mayores nunca se apaguen y le sirvan de guí­a en el camino de la vida.

Sergio Andricaí­n