Tinguilitón, Tinguilitón

Tinguilitón, Tinguilitón. Recopilación de Evelyn Torres

Rimas, rondas, nanas, breves canciones. Este estupendo libro de pequeño formato reúne lo que Evelyn Torres, quien recopiló el material folclórico que lo conforma, denomina con acierto "palabras inaugurales que guardan, en su modesta sencillez, los orí­genes de la confianza en el mundo a través de los arrullos en la intimidad del hogar". Las ilustraciones, realizadas por Rosana Farí­a y Mónica Bergna “esta última también tuvo a su cargo la diagramación “ atrapan instantáneas domésticas donde tanto la fisonomí­a de los personajes como sus vestuarios y la utilerí­a con que se relacionan tienen un sello latinoamericano de gran autenticidad.

Probablemente en Estados Unidos más de un padre, bibliotecario o maestro se molestarí­a si viera la delicada ilustración en la que una mamá le da la teta a su bebé o la que muestra a un chiquilí­n que observa un libro, muy concentrado, mientras hace caca sentado en su bací­n. ¿Qué se le va a hacer? Los tarados nunca faltan. Por suerte, en los paí­ses iberoamericanos esas imágenes de la vida cotidiana difí­cilmente consternarán a alguien; más bien producirán una sonrisa.

Tinguilitón, Tinguilitón, editado por Marí­a Fernanda Paz Castillo durante su paso por Ediciones B, es de lo mejor que se ha publicado en este tipo de libros en los últimos años. Muchas gracias a Graciela Prieto, de la Biblioteca Nacional de Colombia, por hablarnos sobre esta obra y, además, por regalarnos un ejemplar.

Antonio Orlando Rodrí­guez