Historia de Pimmi
  • Historia de Pimmi

    Ursula Wölfel
  • Ilustraciones de Paquita Borrás
    Traducción de Mercedes Conill
    Barcelona, 1983

Historia de Pimmi. Ursula Wölfel

La historia que cuenta la escritora alemana Ursula Wölfel a través de Pimmi, una niña gitana, nos introduce en el cerrado y bastante desconocido mundo de los gitanos, con su misteriosa sabidurí­a, con su excitante vida errante y espí­ritu aventurero, con esa esencia de no pertenecer a otra cosa que a su propia tribu, con sus leyes ajenas a cualquier otra ley que no sean las que dictan su sentido ético y su concepción del mundo, y también con el estigma que arrastran desde hace siglos. Pero, para la autora, el mundo gitano no es otra cosa que un pretexto para hablarnos de cosas verdaderamente importantes como la tolerancia, el respeto, el amor, la compasión por el prójimo, la importancia de los sentimientos y del sentido de justicia. 

¿Cómo Ursula Wölfel puede hablar de todo eso a los niños, a los jóvenes, en general a todos los lectores sin aburrir, sin didactismo, sin moralejas? Creo que en eso, precisamente, radica la distinción y el vuelo de altura de Historia de Pimmi. Cada personaje tiene en su esbozo psicológico, en su conducta y en sus relaciones con los otros, un mensaje que llega al pensamiento y se convierte en significado a través de la emoción. 

Pimmi es una muchachita de tez oscura, ojos extraviados, delgadita, con el pelo engreñado. Salta a la vista que Pimmi responde a una descripción que no la hace atractiva para el niño lector, sin embargo, su tierno corazón, su grandeza de sentimientos, su inteligencia, su capacidad de comprensión, la convierten en un ser adorable, aún siendo capaz de mendigar sin la menor vergüenza, incluso, hasta de tomar algo que no es suyo ”“a modo de préstamo, pero sin decirlo. Aunque disfrute dándole envidia a Tutta (otra niña de la tribu) y escuche detrás de las puertas, Pimmi se nos va metiendo dentro como una buena semilla y, poco a poco, germina y florece, y los lectores nos la llevamos para siempre en algún lugar del alma. 

A través de Pimmi conocemos la conmovedora historia de Panelón, el viejo gitano, aparentemente medio loco, bebiendo siempre para olvidar una gran pena que le pesa en el pecho y, al mismo tiempo, necesitado de recordar para sanar su corazón porque el olvido ha inundando su memoria, huyéndole al dolor. Pimmi, que sufre la tristeza del anciano, lo ayuda a encontrar el lugar de “las rocas rojas” donde su esposa y sus hijos murieron, ví­ctimas del nazismo. 

También, gracias a Pimmi, la joven Tereina es salvada del maltrato de sus padres adoptivos y la abuela Mara-Mami, la anciana de la tribu, interviene para que Nauka (la linda hermana mayor de Pimmi) vea realizado su amor por Mateo, y el unicornio descubre su secreto para Pimmi y para el lector: la verdadera felicidad nunca se puede poseer, porque sólo se llega a ella cuando hemos sido capaces de ofrecerla. 

A través de la ingenua y, a la vez, aguda mirada de Pimmi, se nos presentan personajes de una dimensión humana extraordinaria, que nos permiten reflexionar sobre temas vitales en nuestro crecimiento individual. 

"¡Luna, luna, luna...!", llama Pimmi al inicio y al final del libro, porque la luna es vagabunda y conoce todos los secretos y todos los caminos. Después de leer Historia de Pimmi, asociaremos la luna con una gitanilla simpática y desgreñada y es probable que, en momentos difí­ciles, la llamemos tres veces, como Pimmi, con la esperanza de su ayuda. 

Iliana Prieto