Un niño, un perro y una rana

Un niño, un perro y una rana. Mercer Mayer

Con solo 24 años de edad, el ilustrador estadounidense Mercer Mayer sorprendió al darse a conocer con un auténtico "clásico" de los libros sin palabras: Un niño, un perro y una rana. Corrí­a 1967 y, de entonces a la fecha, esta delicioso relato visual no ha dejado de publicarse, con renovado éxito, y de seducir a generaciones de nuevos lectores.

La historia que cuenta Mayer a través de sus dibujos es tan sencilla como efectiva: durante un paseo por el campo, un niño y su perro se esfuerzan por capturar a una rana. Tras varios intentos frustrados, cuando se dan por vencidos y regresan a casa. Entonces, la rana les da una sorpresa. Gran parte del encanto de esta pequeña obra maestra radica en la sencillez de la lí­nea y en la expresividad que otorga a sus tres personajes. Aunque la figuración es tradicional, la concatenación de la secuencia de imágenes es impecable y los ángulos elegidos para encuadrar las escenas consiguen un ritmo casi cinematográfico.

La esmerada edición de Los cuatro azules, con tapa dura, guardas verdes y una impresión ní­tida, es un regalo para los ojos. El libro nos hace recordar obras de creadores como Maurice Sendak y Arnold Lobel, con los que Mayer coincide tanto en la calidad de los dibujos a una tinta como en la facilidad para recrear el mundo cotidiano y las pequeñas aventuras de la primera infancia.

El éxito de Un niño, un perro y una rana fue tan grande, que Mayer convirtió esta obra en el punto de partida de una serie que prosiguió con otros tí­tulos en los que retomó a los mismos personajes, como Frog, Where Are You? (1969, publicada también por Los cuatro azules), A Boy, a Dog, a Frog, and a Friend (1971), Frog on His Own (1973), Frog Goes to Dinner (1974) y One Frog Too Many (1975). 

Rita Casal