Carasucia en el mundo redondo

Carasucia en el mundo redondo. Patricia Jiménez

Carasucia es el “auténtico” nombre de una gata muy particular que ha sido rebautizada de otraas formas por los sucesivos humanos con quienes ella ha convivido (por si no lo sabes, los mininos eligen cómo ellos quieren llamarse y consideran ese su verdadero nombre). El roce con las personas le ha permitido descifrar su idioma, aunque no del todo bien. Además de entenderlo, ha aprendido a leerlo y a escribirlo. Esto le ha permitido contar, en primera persona, sus peripecias desde que se escapa de la jaula donde se encontraba encerrada, en una tienda de mascotas, a la espera de que alguien la eligiera para llevársela a su casa.

En Carasucia en el mundo redondo, novela escrita por Patricia Jiménez y publicada por Narval con ilustraciones de Daniel Piqueras Fisk, abundan las aventuras y los pasajes en que se relata cómo nos ven, con ojos curiosos y asombrados, esas criaturas felinas que comparten con nosotros casas, condominios, parques y calles. Hay humor, situaciones peligrosas y pactos entre animales (que son muy frecuentes, incluso, al contrario de lo que podría suponerse, entre gatos y perros).

La narración está precedida por un prólogo de un supuesto editor, Hernando Varillas, en el que este nos cuenta cómo llegó a sus manos el manuscrito, y la contratapa del libro trae, además de una nota escrita por la propia autora (léase: Carasucia), algunos comentarios valorativos: dos provenientes de personajes que intervienen en la trama y otros otros dos firmados por la empresa Gatifood, el alimento preferido por las mascotas felinas y los gatos sin hogar. 

En su primera novela, Jiménez logra introducir al joven lector en un pequeño universo atractivo y divertido, en el que, además de a Carasucia, conocerá a sus dos hermanos, Ojopipa y Colorcaca, y a los variopintos amigos de la heroína (la perra Agatha, el loro Crestolfo y los gatos Naranja, Despeluchao y Tres). Las andanzas que protagonizan estos personajes en las casas de quienes los acogen y en los espacios públicos de la ciudad son presentadas con un estilo desenfadado, en el que las anécdotas están salpicadas con buenas dosis de picardía. Página tras página, la autora pone de relieve su simpatía por los animales, y, de manera muy especial, por los gatos. Las expresivas ilustraciones de Piqueras Fisk se centran en Carasucia y sus compañeros, y consiguen recrearlos, a línea y en blanco y negro, con gran sencillez y gracia.

No hay que se adivino para vaticinar que Carasucia en el mundo redondo hará las delicias de no pocos niños y también de algunos adultos que, como ellos, aman las mascotas.

Reseña puesta en línea el 22 de agosto de 2023.

Sergio Andricaí­n