Ojo avizor

Desde una mirada íntima y particular, como la que se tiene a través del ojo de una cerradura, el escritor cubano Sergio Andricaín nos transporta al mundo de Dulce María Loynaz, la gran poetisa cubana del siglo XX, en sus años de infancia.

Si bien es cierto que este relato de ficción recrea un episodio cotidiano, advertimos desde la primera línea que la protagonista es un personaje de excepción. El escritor evoca a una Dulce María precoz, inteligente y sagaz, en un cuento impregnado de una atmósfera poética.

La historia transcurre en una hermosa casa de idílico jardín, donde la hija mayor de los Loynaz Muñoz, junto a sus hermanos, intentan persuadir a la férrea figura paternal para conservar un perrito callejero al que desean adoptar como compañero de juegos. El personaje de Dulce María se destaca por un marcado sentido de responsabilidad y el amor incondicional hacia los animales que caracterizaron a la poetisa. Esta niña de abolengo, carácter firme y refinados modales, sabe muy bien que quiere ser poeta cuando sea grande. 

La atmósfera exuberante y frondosa que las ilustraciones de la artista española Núria Feijoó nos ofrecen en los jardines contrasta, en una armonía deliciosa, con el interior de una espléndida casa amoblada a la usanza del siglo XIX y de principios del XX. La vibrante paleta de colores, repleta de tonos verdes, ocres, azules y rojizos, salpica de hermosos y delicados detalles los pisos de mosaico y el mobiliario minuciosamente retratados. Feijoó también nos regala una galería de los momentos que marcaron la vida de esta insigne poetisa cubana y el espíritu de los tiempos que la cobijaron.

Para cerrar este libro publicado por Vista Higher Learning / Loqueleo en su colección Personajes del mundo hispánico, el autor nos obsequia un bello poema a dos voces titulado "Poema de la Dama y su Caballero".