Flix

Flix. Tomi Ungerer

Cuando Tomi Ungerer (Estrasburgo, 1931) dio a conocer Flix, en 1997, llevaba alrededor de dos décadas sin publicar libros para niños. Sin embargo, fue como si el tiempo no hubiera pasado: ahí­ estaba de nuevo el tierno y provocativo Ungerer de siempre, con su imaginación y su humor inteligente, con la singular concepción del álbum infantil que le permitió ganar cientos de miles de fanáticos con libros tan memorables como Crictor (1958), Adelaide (1959), Los tres bandidos (1961), El hombre de la luna (1966) o Ningún beso para mamá (1973).

Flix es un ingenioso testimonio del cambiante mundo en que vivimos, donde, en teorí­a, nadie deberí­a asombrarse de que del matrimonio de una feliz pareja de gatos “Teo Garra y Flora “ nazca un cachorro de perro. El pug Flix crece en un vecindario felino y sus amorosos padres "le enseñaron a hablar gato, que pronunciaba con acento de perro". Su padrino, el sabueso doctor Albóndiga, "le enseñó a hablar perro, ¡que pronunciaba con un ligero acento de gato!", La vida transcurre apaciblemente para Flix, entre dos mundos con pocos puntos de contacto, hasta que crece y comienza a interactuar con otros animales. En el barrio, los demás niños gatos no quieren que participe de sus juegos. Hasta que un inesperado accidente hace que la comunidad gatuna lo acepte como uno de los suyos.

La boda de Flix y la poodle francesa Mirzah de la Fourrií¨re da paso a un segundo giro sorpresivo en la trama. Poco después de que Flix constituya el partido GPU (Gatos y Perros Unidos), y de que lo elijan primer alcalde de la Ciudad Perro y la Ciudad Gato, Mirzah anuncia que van a tener un bebé y... ¿se imaginan el desenlace?

Flix da “sin anunciarse como tal ni, lo que es mucho más importante, sin parecerlo “ una estupenda lección de convivencia, respeto y tolerancia. Comportamientos que se echan de menos en muchos más lugaresdel mundo que en Ciudad Gato y Ciudad Perro.

Como suele ocurrir en los libros del ganador del premio Andersen de Ilustración 1998, los dibujos están llenos de guiños y comentarios burlescos que condimentan la historia y que la hacen tan atractiva para el lector adulto como para el infantil. Leyendo Flix, uno entiende por qué Ungerer ha sido definido como "Jean de Brunhoff y Eugene Ionesco, juntos en un mismo cuerpo". Y ya que estamos en el terreno de las definiciones, ¿quizás podrí­a decirse de él, también, que es un sentimental que se cuida mucho de exhibir en sus obras sus sentimientos?

Javier Gómez