Ojo avizor

Cinco chicas humildes provenientes de pueblos remotos de la geografía española obtienen una beca para recibir formación laboral; allí conocen a Angélica, la tutora que les guiará a lo largo del curso que cambiará la forma en que perciben el mundo y su propia identidad.

Esta novela de Ana Alcolea es una interesante estampa de la España franquista de 1968; y en ese sentido, el contexto histórico tiene un peso capital en el desarrollo de la narración. El entorno político, social, económico y la influencia que el panorama internacional tiene indirectamente en el destino de los personajes es muy patente.

Las historias personales, íntimas y universales en los temas que toca, son el mayor aporte de Las chicas de la 305. Es una obra feminista que reconstruye un momento histórico en el que el papel de la mujer en la sociedad estaba cambiando en la sociedad española, aunque la dictadura deliberadamente lo tergiversara para sacar provecho de ello. Sin embargo, la oportunidad de salir de entornos mayoritariamente rurales donde predomina una visión tradicional y conservadora del papel de la mujer, y donde hay situaciones de abuso o abandono con distintos matices, es un punto de inflexión que tiene un impacto positivo en la vida de las protagonistas.

Hay una gran variedad de temas que se esbozan y otros que se desarrollan, pero casi todos giran en torno a la percepción del mundo femenino: el primer amor, la identidad, la influencia de la religión, las relaciones de poder, la adquisición de conocimientos y el reforzamiento de la autoestima que les otorga, el apego a las tradiciones, las familias y el ambiente en el hogar, la percepción de la menstruación como castigo o karma asociado al género, son solo algunos de los tópicos que abordados en la dinámica diaria de estas estudiantes.

Los riesgos y las dificultades que la resistencia política encuentra en cualquier dictadura, enemiga de la vanguardia y el liberalismo que los tiempos modernos cuajaban en ese período en particular, se perciben en la voz de algunos personajes. Angélica, la tutora, encarna ese ideal de modernidad y sufre en carne propia los prejuicios asociados a ello tanto en el entorno social como en el familiar.

Este libro brinda una lectura interesante para cualquier edad y, en particular, para los adultos que fueron testigos de aquellos tiempos y para los jóvenes que no los conocieron.