Ojo avizor

Así­ como una generación de hombres sucede a otra, las máquinas que inventan los hombres son relevadas por otras más modernas y útiles. A las de vapor, como es el caso de la excavadora Mary Anne, propiedad de Mike Mulligan, la suceden nuevas invenciones movidas por la gasolina y el motor Diesel. Y cuando eso llega a pasar, la pareja formada por Mike y su maquinaria no encuentran trabajo en la ciudad: ya no son llamados ni para cavar canales ni para horadar montañas. Ambos están muy tristes, pues no tienen ninguna labor que desempeñar. Leyendo el periódico, Mike descubre un anuncio que dará un nuevo sentido a sus vidas. Aún tienen la posibilidad de ser útiles, no en la ciudad, sino en un pueblito del campo llamado Popperville...

Virginia Lee Burton (1909-1968) revela al lector infantil la estrecha relación que une al hombre con sus instrumentos y máquinas de trabajo. Le dice también que siempre hay más de una oportunidad en la vida y que podemos ser útiles de muy diversas formas. Y para probarlo, ahí­ están Mike y Mary Anne. 

El libro está escrito con una prosa tersa y el relato se desarrolla lineal en el tiempo, buscando una comunicación rápida y efectiva con sus lectores. Las ilustraciones, trabajadas con lápices de colores en gamas muy cálidas, subrayan la cómplice relación que existe entre los dos personajes protagónicos y contribuyen decisivamente a humanizar la maquinaria.

Inicialmente concebido por Virginia Lee Burton para sus hijos Aristides y Michael, este cuento ha sido disfrutado por varias generaciones de lectores infantiles de Estados Unidos y de otros paí­ses desde su aparición en 1939. Esta popular autora e ilustradora estadounidense recibió la medalla Caldecott por otra obra suya: The Little House.