Ojo avizor

24 señales para descubrir a un alien, novela para niños de la autora colombiana Juliana Muñoz Toro, indaga sobre la relación distante de un chico con su padre. En esta ocurrente historia, Benjamín trata de encontrar las señales que le confirmen la hipótesis que se ha inventado de que su padre ha sido sustituido por un alienígena. Entretanto, pequeños eventos nos permiten acercarnos a su mundo cotidiano: una madre que lo despierta en las mañanas con el sonido de una guitarra, un amigo con el que da rienda suelta a su imaginación y sus intentos por amaestrar una gallina que ha adoptado como mascota.

Durante toda esta indagación, salpicada de situaciones exageradas y humorísticas algunas y otras más bien ásperas, asumimos la mirada del protagonista que se expresa en el mundo interior de sus pensamientos. Algunos recursos de ficción nos acercan a la perspectiva con la que un niño percibe su entorno: el paso impreciso del tiempo, la sensación de sentirse excluido del mundo de los adultos, los sentimientos que afloran sin control, el tamaño desbordado de las cosas... Por eso, esta narración nos invita a realizar un viaje hacia nuestra propia niñez.

Poco a poco, esa figura odiosa del padre se va recargando de matices que nos permiten descubrir un personaje más humano, con su propia infancia triste y difícil. En el fondo, somos parte de un ciclo de historias que se repiten.

La estructura por capítulos que van revelando cada una de las señales propone un juego narrativo que se combina con la manera poco convencional de intercalar los diálogos. Las cálidas ilustraciones de Elizabeth Builes adoptan puntos de vista que nos acercan a las visiones de Benjamín, mientras que las guardas, con sus patrones de frutas, enfatizan la transformación que presentimos con el final abierto.