Ojo avizor

Mayi Eloísa Martínez

¿Cuántos niños y niñas crecerán imaginando qué se esconde detrás de ese misterio que son las “cosas de adultos”? Porque, siendo honesto, la imaginación de un niño vuela rápido y puede construir cualquier tipo de escenario. 

Bombardeados como están, los niños se hacen preguntas que necesitan respuestas. Y, más que respuestas, lo que necesitan son algunas explicaciones. Sólo porque las interrogantes resulten incómodas para algunos adultos, no significa que los niños merezcan quedarse en blanco.

Por muy terrible que sea la realidad, aún hay que vivir con ella. Al ocultarla, muchos adultos creen que le están haciendo un favor a los niños. Entonces puede ser peor, porque la imaginación del niño se encargará de interpretar a su manera aquello que ve y ese monstruo sin respuestas crecerá en su cabeza generando caos, incertidumbre y ansiedad. 

En el apartamento 11 viven Mati, su hermana, su papá, su perro y su mamá. Mayi Eloísa Martínez nos abre la puerta de ese libro-hogar y ahí nos quedamos encerrados una semana. Se va la luz. Se va el agua. Se va la mamá. Y la sala se llena de humo de cigarro y la comida se acaba y no podemos salir. La situación se pone cada vez peor, escuchan una y otra vez Mati y su hermana. Ellos quieren saber por qué. 

¿Quién responde esa pregunta? 

¿A dónde se van los adultos cuando la cosa se pone cada vez peor?

La novela Apartamento 11, de Mayi Eloísa Martínez, no pretende dar respuestas. Pero acompaña. Es un libro-compañía, un libro-refugio para todos aquellos niños que a veces tienen que inventarse respuestas a punta de juegos y sueños, esperando que la cosa cambie y se ponga cada vez mejor.