Ojo avizor

Pequeñita. Imagina que de pronto te vuelves pequeñita. O pequeñito. Y entonces el mundo se hace enorme sobre ti. Pero no es esa inmensidad la que interesa ahora. Es el mundo de lo pequeñito, de esas cosas tan chiquitas, tan chiquitas que casi nunca vemos. O no solo cosas, que no se trata de eso. Más bien animalitos, bichitos que viven al ras del suelo. 

Si pudiésemos entonces observar de cerca la cotidianidad de una hormiga, ¿en qué detalle nos fijaríamos? O si nos sentáramos sobre el redondel amarillo de una flor, ¿qué le preguntaríamos a la mariposa que pacientemente teje sus alas de colores? ¿Aprenderíamos quizás los secretos que esconden los hilos de viento que cantan los pájaros cuando celebran la llegada de la lluvia desde la rama del árbol?

La autora argentina María Cristina Ramos escribió el poemario Secretos de los que van y vienen y, al hacerlo, nos regaló una lupa a todos aquellos que, con curiosidad y respeto, queremos husmear por un huequito la inmensidad que se esconde detrás de la naturaleza. 

Publicado en Neuquén por Ruedamares, este libro sobre la poética de la sencillez está salpicado con las acuarelas de la ilustrasdora española Paula Alenda, que acompañan con gracia los episodios cotidianos de las abejas, de los grillos, de los conejos y de los cangrejos que sueñan con visitar las estrellas. 

Es emocionante la premisa que nos entrega Secretos de los que van y vienen. Emocionante y simple. Pero no necesariamente fácil de ejecutar. En un mundo que corre rápido, cada vez tenemos menos tiempo para detenernos a observar. Quizás si nos detuviésemos un poco más a pensar sobre lo pequeño, nos daríamos cuenta de la inmensidad que estamos dejando pasar delante de nuestros ojos. 

Como ejercicio, hagámonos pequeñitos cada tanto. Pongamos nuestra atención sobre un animalito o sobre una flor, y regalémonos la oportunidad de encontrar respuestas en los silencios de nuestra imaginación.