Ojo avizor

El pequeño Thomas Derwen y su padre Patrick viven en un tranquilo pueblito inglés, donde Thomas asiste a la escuela como cualquier otro niño. El señor Patrick, que es viudo, cuenta con la ayuda de una buena vecina para cuidar de Thomas. La señora Dalrymple, que vela por el pequeño como si fuera su propio hijo, se ha enterado por el propio padre de que la madre murió poco después de que el niño naciera, por lo que ella se da a la tarea de cocinarles de manera desinteresada, convirtiéndose en parte de la familia. 

Thomas es un niño estudioso y tranquilo, cuya principal tarea después de clases consiste en escribir en un diario secreto todo lo que ha vivido y observado a su alrededor día tras día. Es algo que ha hecho siempre, desde que aprendió a escribir, y forma parte de su vida cotidiana. 

Pero las apariencias engañan. Ni Thomas es un niño común y corriente ni Patrick es un padre como los demás. El misterio que rodea la vida de ambos va siendo develado con maestría por la escritora Sylvia Waugh a través de pequeños detalles. Ni siquiera el propio Thomas conoce la verdad sobre su pasado, aunque esto no le preocupa gran cosa hasta la noche en que su padre le dice que deben irse del pueblo para no regresar jamás.

 

Pese a sus protestas, Thomas se prepara para obedecer. Pero cuando ya todo está dispuesto, ocurre lo inimaginable: su padre desaparece…

Los días que Thomas pasa en un hospital, el shock que lo deja mudo, la presión de la policía por conocer lo que ha visto el niño, el papel de un amigo de clases que acude en su ayuda… Todo esto forma parte de una trama que convierte a Carrera espacial, publicado por primera vez en el año 2000, en un thriller de ciencia ficción sumamente atractivo para niños y adolescentes. Y yo diría que, también, para lectores adultos...

Una novela de lectura altamente recomendada.