Ojo avizor

La novela Un gorrión en mis manos, de la escritora española Mónica Rodríguez, confirma la capacidad de renovarse de la autora y de elegir historias entrañables para un público diverso, al que deja siempre con preguntas, inquietudes y reflexiones.

En unas vacaciones familiares, una adolescente llamada Rebeca conoce a nuevos amigos de su edad y se suma al estilo de vida de los demás veraneantes en ese pueblo pesquero de la costa de Asturias al que suele ir con sus padres, su abuela y su hermano menor. En esta ocasión conocerá a alguien muy especial: Luisa, una niña diferente a los demás chicos que coinciden en la pequeña localidad, bien sean locales o vacacionistas.

¿Y qué tiene de especial esa amiga? No es atildada, anda con la misma falda siempre y usa unos calcetines blancos que la hacen lucir ridícula. Lleva, además, el pelo corto y se comporta casi como un varón. Todos dicen que es una marimacho. Pero hay algo que conecta a las dos jovencitas, una atracción muy poderosa, que Rebeca, la narradora, no sabe cómo nombrar ni explicar: ¿acaso simple simpatía, deslumbramiento o amor?

Las presiones sociales se harán sentir sobre la niña y las actitudes y los comentarios del grupo irán modificando el impulso natural de Rebeca de buscar a Luisa para ser su amiga; esto provocará acercamientos y rechazos sucesivos por temor al qué dirán, a las burlas y a quedarse sola, desterrada de círculo de amistades.

Este libro, breve y sutil, se extiende solo el número de páginas necesarias para contar la historia, trabaja cada capítulo a manera de pinceladas que causan la impresión precisa en el lector; delinea lo esencial, los conflictos, con maestría; el retrato de las protagonistas y de los personajes secundarios es perfecto y el relato cierra magistralmente.

Como un gorrión tibio en mis manos ha sido esta novela en las mías. Como un gorrión ávido de buenas historias me la leí.

Obra ganadora del Premio Fundación Cuatrogatos 2020.