Cinco minutos para cinco principios que no quiero olvidar
Uno: Derecho a soñar
¢ Eduardo Galeano: El derecho de soñar no figura entre los treinta derechos humanos que las Naciones Unidas proclamaron a fines de 1948. Pero si no fuera por él, y por las aguas que da de beber, los demás derechos se morirían de sed.
¢ Gaston Bachelard: La ensoñación amplía nuestra existencia y la imagen poética nos empuja a ir más allá de la mera función utilitaria del lenguaje.
¢ Soñar nos ayuda a dar significado a nuestra existencia. Es en el sueño donde toma vida la imaginación, surgen los símbolos y adquieren significado las palabras.
¢ El lenguaje comienza en el sueño. ¿Y qué hay al comienzo del lenguaje?
¢ Sonido, latidos y silencio. Al comienzo del lenguaje está la poesía.
¢ La literatura juvenil empieza con la vida.
Dos: Leer antes de leer
¢ La lectura comienza antes de nacer. Es una lectura de los sentidos. El dun-dun del corazón de mi madre. Los líquidos que suben y bajan a mi alrededor. Los sonidos que se escuchan desde fuera. El olor y la textura del mar que me envuelve ¦
¢ Después de nacer, comienzo a leer la vida: cómo me sostienen, como me abrazan, los sonidos que me cantan, las palabras que me acunan, los aromas que me envuelven ¦
¢ Y luego, viene todo lo demás, las caras, los animales, los objetos de todos los días, las hojas, el viento, las nubes ¦ y yo, mi pies, mis manos, los sonidos que pronuncio ¦
¢ La oralidad ayuda a aprender a leer la vida antes de aprender a leer su representación.
Tres: Un tiempo para el asombro
¢ Catherine L ™Ecuyer (Educar en el asombro): Debemos volver a incluir en la sociedad no solamente al niño, sino todos los valores que representa, empezando por el asombro.
¢ Hoy en día existe un afán inexplicable por quemar etapas, para que el niño demuestre características propias del mundo adulto.
¢ Para los adultos, ser original es estar innovando constantemente cuando el significado de la palabra original nos remonta al origen.
¢ Origen: Tierra, Naturaleza, seres humanos.
Cuatro: Un tiempo para habitar el silencio
¢ La palabras emergen de un murmullo interior. Un silencioso murmullo interior repleto de sonidos, voces, imágenes, recuerdos y emociones.
¢ Ese murmullo interior pertenece a cada uno de nosotros, cada una de nosotras.
¢ Es la cuna de las palabras.
Cinco: Un tiempo para la belleza
¢ Es innata nuestra capacidad de percibir la Belleza. ¿Por qué no educar en ella? Educar en la Belleza conlleva a trabajar la atención. Y al trabajar la atención me encuentro con los otros, con todo lo que está a mi alrededor. Con los contextos. Si aprendo a fijarme en los contextos me doy cuenta de todo lo que me rodea, me doy cuenta a qué pertenezco. Me sensibilizo. La cotidianidad toma fuerza y ya no me siento -suelta .
¢ En estos tiempos compulsos y rápidos que nos ha tocado vivir, no estaría mal abrir tantos espacios de silencio como de información y estímulos; espacios y tiempo para reflexionar sobre lo que sentimos, tomar conciencia de lo que nos asombra y apreciar la Belleza que nos rodea.
¢ Tiempo y espacio para re-descubrir las palabras.
¢ Tiempo y espacio para recuperar la voz, la memoria, el recuerdo.
Kulun-kulun, kulun-kulun, kulun-kulun, kuttuna,
gura baduzu, gura banauzu,
neu izango naiz zure kuma
Kulun-kulun, kulun-kulun, kulun-kulun,
kuttuna.
Columpio de luna, columpio de luna,
si tú quieres, si me quieres,
puedo ser yo tu cucuna.
Columpio de luna-cuna.
Miami Book Fair, 18 de noviembre de 2017.